El circo de Gavarnie y el Mallo La Visera, en Riglos, han sido los escenarios de una nueva concentración del equipo masculino de montaña de la Fedme donde se encuentra el aragonés Rubén Sanmartín. Bajo la dirección de Mikel Zabalza, con el aragonés conforman el equipo Mikel Inoriza, Nil Alcubilla, Bernat Vilarrasca y Javier Guzmán.
El equipo se encontró en el circo de Gavernie un primer muro escaso de hielo pero suficiente como para pasar por él, combinando algunas vías. A partir de ese punto hubo hielo suficiente y condiciones óptimas para la escalada en hielo con seguridad. El objetivo fue escalar desde abajo todo el circo, saliendo por la norte de los Picos de la Cascada (3.161 m).
La meteo el primer día fue mala en cotas altas pero sin precipitaciones, así que les dejó escalar un par de muros, ver in situ las condiciones de la montaña y el hielo. Al siguiente día amaneció nublado y no hubo suficiente rehielo para escalar el primer muro con seguridad. Ante esta situación se optó por un poco de esquí de montaña.
El tercer día y ultimo de la concentración, la cordada por Rubén Sanmartín y Mikel Inoriza decidieron intentar en el día la actividad prevista para el segundo día. ‘Sin el apoyo’ de la meteorología, probaron. Escalaron a buen ritmo el primer muro y después el segundo por la vía du solo con hielo quebradizo.
Las campas de nieve hasta los Picos de la Cascada estuvieron en buenas condiciones y progresaron rápido. Comenzaron a escalar, según recoge la web de la Fedme, por la vía Equipe L´Equipe, abierta por Simón Elias, Manu Córdova y Javi Bueno en marzo de 2007 y que hasta este año no se realizó la segunda repetición a cargo de Iker Madoz, Bru Buson, Alberto Fernandez y Roger Cararach, ascendiendo como los aperturistas por el sur, y una semana más tarde, llegó la tercera ascensión de la mano del EEA.
Refugio en Góriz
Sanmartín e Inoriza estuvieron a las 18.00 lidiando con el último largo duro de la vía cotado como 6b+. La nube les envolvió y la escarcha por el viento y la precipitación les puso contra las cuerdas. En esas condiciones y después de haberlo intentado decidieron delante de la noche, el intenso frio y el fuerte viento, realizar dos rápeles hasta una vira y encontrar un escape hacia la espalda de los Picos de la Cascada que da acceso hacia la vertiente aragonesa de la montaña y poder así dirigirse hacia el refugio de Góriz (2.200 m), al pie del Monte Perdido.
La cordada, previendo que esto podía ocurrir, ya llevaba un track descargado que aseguraba el camino hacia el refugio. A media noche llegaron a Goriz y al día siguiente delante de la fuerte nevada y la ventisca decidieron bajar a Ordesa.
Allí fueron recogidos por Fede San Sebastián que fue avisado por Mikel Zabalza, consiguiendo que la logística fuera buena y eficaz para la cordada y el grupo, que vio como sus oportunidades en Gavarnie finalizaron por completo debido al mal tiempo y malas condiciones. Y de allí, a Riglos para poner el broche a la concentración.