La protesta para reivindicar la apertura de las estaciones de esquí alpino aragonesas prevista para este sábado, a las 12.00 en Cerler y Formigal, sigue adelante, aunque algo se mueve en la estructura del ‘oro blanco’ de la Comunidad. El holding aragonés de la nieve, Aramón, participado al 50% por el Gobierno de Aragón e Ibercaja, ha movido ficha. Así, acaba de hacer público un comunicado en el que anuncia la apertura de Formigal y Cerler, en el pirineo altoaragonés, y de Valdelinares, el próximo 23 de diciembre.
Eso sí, la apertura está condicionada “al levantamiento de la restricción de movilidad provincial que se prevé en los próximos días. De mantenerse el cierre perimetral provincial, las estaciones permanecerían cerradas”, precisan en el comunicado. Con el respaldo sanitario manifestado a la actividad del esquí y los protocolos trabajados en el seno de ATUDEM para garantizar la seguridad, “la voluntad es encontrar el equilibrio entre las limitaciones provocadas por la situación sanitaria y el empuje al pulso económico del territorio”.
El grupo Aramón expresa que dicha apertura es “empresarialmente un sacrificio en cuanto a rentabilidad, pero el compromiso del grupo de la nieve con el territorio le lleva a tomar esta decisión”. La apertura se adaptará a las regulaciones y la capacidad operativa de cada momento.
Desde el grupo Aramón se considera que en estos momentos difíciles la responsabilidad sanitaria tiene que venir acompañada de la social. Asimismo, confía en que la decisión ayude al dinamismo territorial y confía en el control adecuado de la movilidad territorial que, en su caso, marquen las normativas.