ZARAGOZA| El Real Zaragoza sigue inmerso en escapar cuanto antes de la zona peligrosa de la tabla. Tras un nuevo batacazo, esta vez contra el último clasificado que no había ganado fuera de casa, el equipo ya pone la mira en Valladolid. Un partido marcado por las múltiples bajas a las que tendrá que poner solución un Julio Velázquez en el que ya no se confía. Después de cosechar un punto de nueve posibles contra tres rivales metidos de lleno en la pela por la salvación, el técnico salmantino está en la obligación de cambiar cosas y el primer paso podría ser dar entrada a Fran Gámez.
Un denominador común en este casi último mes de competición es la no presencia del lateral valenciano en los onces iniciales, pero además tampoco se ha contado con él como revulsivo. Un tipo que siempre fue de fiar y que desde el primer momento entendió lo que suponía llevar la camiseta blanquilla -así lo ha hecho saber en múltiples entrevistas- se ha encontrado con este premio. Juan Carlos Cordero decidió que una parte a reforzar en invierno era la del carril diestro y firmó a un Akim Zedadka que no mejora, e incluso empeora, lo que ya había en esa demarcación.
Fran Gámez es actualmente el máximo asistente del equipo con 4 asistencias en su casillero. Además, también ha aportado de cara a puerta y es que su gol de chilena frente al Andorra cerró un partido que pudo haberse complicado si Édgar Badia no hubiera salvado el cabezazo de Scheidler. El de Sagunto lo llevaba jugando absolutamente todo hasta su lesión en la musculatura isquiotibial y estaba siendo uno de los jugadores más destacados. El sistema de 5 defensas que implementó Julio Velázquez le vino como anillo al dedo a un jugador que disfruta llegando hasta línea de fondo y se desempeña como un fondista de nivel.
Una renovación que no llega
En marzo y con tan solo 13 jornadas restantes, Fran Gámez no tiene ninguna noticia acerca de su futuro más próximo. El contrato del valenciano expira en junio de este año y desde la dirección del club no se le ha comunicado nada en relación a una posible renovación. Quizá por ahí vengan las explicaciones sobre su repentino ostracismo. Gámez se encuentra en el radar de varios equipos de Segunda División y es que el buen nivel que viene demostrando tanto en Zaragoza como lo demostró en Mallorca bien merece continuar jugando en la Liga Hypermotion. Ahora, la pelota está en el tejado del Real Zaragoza. Una ampliación de contrato sería un gesto lógico hacia uno de los pocos futbolistas salvables en lo que va de temporada.