El cierre de mercado no trajo ninguna sorpresa de última hora al vestuario de la SD Huesca a pesar de las peticiones del entrenador. Desde el mes de diciembre, en la dirección deportiva del equipo azulgrana se priorizaron dos posiciones que, por carencia en una, y por prevención en otra, eran de obligado refuerzo. Rafa Mir era el punta distinto que ofrecía alternativas al ataque. Con él se conseguía gol y se lograba la posibilidad de poder sorprender a los rivales con nuevos sistemas de juego. Su llegada, eso sí, pudo realizarse al liberar masa salarial con la cesión de Musto. Enorme acierto como demuestra la temprana y ya indiscutible titularidad del ariete murciano.
La otra posición ha sido la del medio centro. El Huesca tiene a grandes jugadores ahí como se está demostrando con el temporadón que están cuajando Mosquera y Rico, pero la ausencia de relevo ha sido una de la máxima preocupaciones de Michel. La acumulación de minutos de ambos y la edad que atesoran (principalmente el medio vasco) han forzado a que se luchase hasta casi el último instante por Christian Rivera. Él era el elegido desde el primer momento; su labor de contención, su orden táctico y su pasado azulgrana eran la mezcla perfecta para poner la guinda al pastel. Sin embargo su salario ha sido el impedimento para que vistiera de nuevo la camiseta azulgrana y se marchara a reforzar a un rival como el Girona.
Desde el club, a pasar del revés, se ha mantenido la calma y la directriz era clara: si no se conseguía lo pretendido, la ficha quedaría vacante y al albur de otros mercados y futuras opciones atractivas. Sin hacer locuras, el Huesca guardaba un as en estos últimos días de mercado. Esa carta ganadora venía de dentro y en forma de diagnóstico médico. Los informes de los servicios médicos del club traían grandes noticias de una rodilla, que en los últimos meses ha ido progresando y pasando todos los test de fuerza y estabilidad. La rodilla izquierda de Cheick Doukouré estaba muy cerca de poder volver a competir con plenas garantías (casi un año después de su lesión en esa acción con Casemiro) y eso convierte al jugador marfileño en el mejor fichaje para la medular en este mercado.
Así lo piensa el club y así se lo han trasmitido a Michel. Con un Doukouré al máximo nivel, el Huesca dobla todas las posiciones y crece notablemente en este mes de enero para afrontar el ascenso sin ningún tipo de complejo ante el resto de rivales. Las salidas de Seoane, Joaquín, Ivi, Escriche y Musto han sido compensadas con Mir, Mboulá…y Doukouré. Si la incógnita del físico de los últimos se resuelve favorablemente queda un plantel favorito para el ascenso. A por ello.