HUESCA | `Cuco’ Ziganda se reencuentra con su gran discípulo: Samuel Obeng. El delantero de Ghana conoció al entrenador navarro en febrero del 2020, cuando el punta había jugado solo 10 partidos como profesional. El técnico lo sacó del filial y lo moldeó a su gusto para encajarlo a la perfección en su sistema. Tras dos temporadas a sus órdenes, Ziganda había fabricado un delantero que se ajustaba a su dibujo y que fue clave en sus dos siguientes temporadas en el Real Oviedo, con 70 partidos.
Obeng se sintió huérfano cuando Ziganda firmó por el Huesca. Ni Bolo ni Cervera supieron sacarle su mejor versión y el atacante se convirtió en el eterno suplente. También lo hecho mucho de menos Cuco en Huesca que no tenía un delantero que se le pareciese. El preparador repartió oportunidades entre Carrillo, Kanté, Escriche, Kevin Carlos y Villar, pero ninguno se parecía a Obeng. Todo se alineó en enero cuando el representante del futbolista llamó al entrenador y Cuco le pidió a Martín González su fichaje y el director deportivo obró el milagro.
Esta temporada, en la planificación de la competición, Cuco pidió una revolución en el ataque que debía ir encabezada por Obeng y AMG accedió. La parcela deportiva necesitaba sabía de la delicada situación económica, pero Obeng era el fichaje sobre el que construir al Huesca del futuro y se descartaron jugadores de renombre como Andrés, Timor y Juan Carlos para apostar fuerte por El delantero de Ghana.
Obeng eligió al Huesca
Por otro lado estaba Obeng. El delantero se había sentido por primera vez la estrella de un equipo y El Alcoraz lo tenía rendido a sus pies. En su primer partido marcó un golazo de chilena y la afición oscense encontró a un delantero de los que gustan en Huesca. Pese a la pubalgia que le obligaba a pasar tardes enteras en tratamiento o la fractura en su mano, él no se quiso perder ni un solo partido. Se sintió tan querido que decidió volver y pese a tener propuestas del extranjero, decidió que su nueva morada iba a ser Huesca y que el azulgrana sería su nuevo color.
Echo de menos, va sin hache que tome nota el redactor.