ZARAGOZA | El Real Zaragoza acaba de hacer oficial el cese de Miguel Ángel Ramírez y Juan Carlos Cordero. En las horas posteriores a una de las derrotas más dolorosas de siempre, el club busca soluciones desesperadas, un cambio de rumbo ante la mayor crisis que se recuerda. Diez partidos después de su llegada, Ramírez es despedido de su cargo, tras caer en Almería con todo el equipo. De su mano se marcha también su máximo valedor: Juan Carlos Cordero.
El fracaso de Miguel Ángel Ramírez es también el fracaso de Juan Carlos Cordero. Con más errores que aciertos en sus mercados, la elección de dos entrenadores acaba por sepultar al director deportivo cartagenero. Julio Velázquez y Miguel Ángel Ramírez han sido dos elecciones de autor, dos naufragios con su sello. La salida del segundo ha acabado por significar su despido y la rescisión de su contrato.
Hace poco más de un mes, el Real Zaragoza estaba más cerca de renovar a Cordero que de deshacer su contrato. Hoy, sin consuelo ni remedio, ha acabado por rescindir un vínculo que finalizaba en junio. Las grandes noticias llegan así, con comunicados escuetos, escritos en noches sin dormir, en días de vigilia para todo el zaragocismo. El club nunca estuvo más cerca de abandonar el fútbol profesional: nunca una decepción fue más visible, nunca un miedo fue tan real.
Ahora, en pleno vacío de poder, la responsabilidad recae sobre Mariano Aguilar, que acaparará las decisiones como antes. Y por primera vez los focos. El cese Juan Carlos Cordero y Miguel Ángel Ramírez ya está escrito.