La SD Huesca se reencontró con la victoria lejos de El Alcoraz para encadenar una racha de 3 partidos consecutivos sin perder. Además, los azulgranas volvieron a dejar la portería a cero –y ya van 3 consecutivas-, una asignatura pendiente de la primera vuelta del campeonato de Primera División. Las buenas sensaciones y el buen fútbol de las últimas dos citas ligueras dieron sus frutos en Montilivi y los de Francisco salieron airosos.
174 días después el conjunto altoaragonés volvió a vencer a domicilio. No lo hacía desde la jornada 1 en Eibar, cuando venció en tierras vascas por un gol a dos aquel 19 de agosto. Ha tenido que disputarse una vuelta completa y cuatro jornadas más, es decir, 23 jornadas, para que el Huesca ganase fuera de su estadio.
Un cerrojo en la portería
Sin duda, una de las cuentas pendientes que tenían los altoaragoneses era cortar la hemorragia de goles en contra de la primera vuelta. Parece que Francisco ha dado con la tecla y es que, en apenas 3 semanas, el equipo ha dejado de conceder goles. Con una estructura sólida sustentada en Pulido, Etxeita e Insua, el Huesca ha construido una defensa segura y solvente.
Real Sociedad primero, Valladolid después y Girona, no pudieron perforar la portería azulgrana. Mientras se buscaba un portero en el mercado de invierno, emergió un portero que llena de vida a este equipo con sus actuaciones. Santamaría volvió a dejar un amplio repertorio de paradas –algunas de ellas casi imposibles- cuando el equipo peor estaba y más lo necesitaba.
El equipo lo agradece y los jugadores se plantan sobre el terreno con la seguridad de saber que tienen bien cubiertas sus espaldas. El que se supone que iba a ser el tercer portero, ha logrado dejar la portería a cero durante 3 jornadas consecutivas. Resulta que el bueno de Roberto se ha convertido en uno de los mejores “fichajes” de invierno.