Los directores deportivos siempre tienen la labor de confeccionar las plantillas más competitivas posibles: renovar jugadores importantes, intentar adquirir los fichajes más ilusionantes, dotar de sostenibilidad deportiva a un club… Pero, ¿qué pasa con su propio futuro? Es la tesitura en la que se encuentra ahora mismo el director deportivo del Real Zaragoza, Lalo Arantegui.
Tras cerrar el mercado de fichajes de invierno con 5 salidas, 3 llegadas, renovar a Igbekeme y negociar con Eguaras, ahora Arantegui está ahora pendiente de su propia renovación. Al director deportivo del Real Zaragoza le quedan pocos meses de contrato. Su vinculación con el club blanquillo termina el 30 de junio de este 2020.
Por ello, la dirección del club y el propio Arantegui llevan ya semanas hablando sobre los términos de su renovación. La operación no parece que vaya a tener mayores inconvenientes. A Lalo le interesa seguir y al Real Zaragoza le conviene continuar asentando un proyecto sólido. Uno de los máximos errores del club en los últimos años ha estado en las idas y venidas de los responsables de la parcela deportiva, lo que ha derivado en no tener una plantilla estable. Ahora, el proyecto está mucho más consolidado y para seguir por el buen camino, todas las partes deben continuar con la misma implicación y compromiso.
Lalo Arantegui llegó al Real Zaragoza en febrero de 2017 procedente de la SD Huesca. Posteriormente, en el verano de 2018 ya mejoró las condiciones de su contrato para continuar al frente de la dirección deportiva blanquilla. Ahora toca volver a negociar esos términos. Además, Arantegui tiene una opción de renovación automática en caso de que se produjera el ascenso a Primera División.
“Sencillo y rápido”, así considera Arantegui que va a ser el acuerdo para su renovación por el Real Zaragoza. Si no surgen inconvenientes, ambas partes seguirán prolongando su vinculación profesional y la firma se hará oficial en las próximas semanas.