La SD Huesca no pudo obrar el milagro, una permanencia histórica en Primera División en la que Pacheta y su plantilla creyeron firmamente. Un descenso siempre supone un golpe muy duro para un club, no solo por el fracaso deportivo, sino porque debe prepararse para evitar una salida masiva de sus jugadores. El objetivo seguirá siendo volver a la máxima categoría española y para ello se debe afianzar un proyecto ambicioso con una plantilla de calidad.
A priori, debería ser un verano mejor que el que vivió la entidad azulgrana en 2019. El caso ‘Oikos’ dificultó enormemente el proyecto, el propio Rubén García admitió que muchos jugadores les habían dicho que no debido a esto. Por fortuna, supieron moverse de manera sobresaliente para hacer un equipo campeón. Esta vez no hay una situación extradeportiva que obstaculice las negociaciones.
Por otra parte, el bloque central se mantiene y esto también es importante. En aquel verano del primer descenso, el equipo tan solo mantuvo a seis jugadores de la temporada en Primera. Pulido, Galán, Ferreiro, Insua, Jovanovic y Musto (aunque estos dos últimos se marcharon cedidos). En esta ocasión, la SD Huesca tiene, ahora mismo, 15 jugadores con contrato en su plantilla; es decir, que de tener alguna salida, al menos el club obtendría un beneficio económico.
Posición por posición
La portería, a priori, está bien cubierta. Tanto Andrés Fernández como Álvaro Fernández tienen contrato hasta 2023. Sin embargo, la salida del guardameta riojano no sería de extrañar. Pese a su juventud, ha cuajado una gran temporada en Primera y ahora tendrá un escaparate perfecto con su participación en la Eurocopa Sub 21. No le faltarán pretendientes. Valera podría mantenerse como tercer portero.
En la línea defensiva tienen contrato Siovas (2022), Pulido (2022), Insua (2023) y Galán (2022). El lateral azulgrana ha sido sin duda una de las grandes sensaciones de LaLiga y ya se da por hecho desde Huesca que el extremeño se irá a un equipo de Primera. El Levante, por el momento, es el que mejor posicionado está. Las cesiones de Vavro y Maffeo finalizan y Luisinho, Gastón Silva y Pedro López acaban contrato. Por ello, las bandas quedan totalmente huérfanas.
El centro del campo es la zona más poblada en cuanto a jugadores que continúan. Seoane y Mikel Rico tienen contrato hasta 2022 y Ferreiro y Borja García hasta 2023. Además, vuelven de cesión Nwakali (2023) y Joaquín (2023) tras realizar una gran campaña tanto en el Alcorcón como en el Málaga. Mosquera, Eugeni y Juan Carlos terminan contrato. En esta zona el gran miedo reside en Seoane, otra joven perla que el Huesca ha sacado a relucir en su estancia en Primera.
Por último, en la delantera tan solo nos encontramos a Escriche, con contrato hasta 2022, y a Sandro, quien firmó hasta 2023. Sin embargo, el gran rendimiento del canario podría provocar su salida a otro club de Primera División y es que, con el descenso, su cláusula ha bajado convirtiéndose en una operación jugosa para muchos clubes. Rafa Mir termina su cesión de dos años y la SD Huesca espera llevarse tajada de su futura venta; en cuanto a Okazaki, ayer mismo se despidió de su afición a través de redes. Por último, Sergio Gómez y Ontiveros también volverán a sus respectivos equipos tras finalizar su cesión.