La cascada de seracs del Glaciar de Honbroc es un terreno que haría las delicias de cualquier director de una película de acción. Es un terreno salvaje y agreste en el que los militares del Grupo de Alta Montaña y Operaciones Especiales de Jaca trabaja a destajo. El objetivo es la cima del Hombroc y para ello quieren abrir una vía que llevará el nombre del ‘Comandante Fernando Yarto’. Todo el esfuerzo pone el foco en el que fue su mando, su compañero y su amigo.
Y la cascada de seracs del glaciar les ha exigido. El subteniente Adriano Martín Cófreces lo compara con el laberinto de Minos y lo describe así: Seracs como edificios, grietas abisales, búsqueda del itinerario a derecha e izquierda, puntos de seguro, equilibrio. Juega a nuestro favor, que pese a la temible pinta del terreno, es sorprendentemente estable, permitiendo movernos con bastante seguridad”.
Entraron en la cascada por su ramal izquierdo. Han conseguido fijar más de 200 metros por un laberinto de terreno amable y tras los días de inactividad en el Campo Base debido a que la meteorología jugó en su contra, eso le ha dado alas al grupo. “Hoy -añade el subteniente- se ha vuelto a subir por esas cuerdas revisando y reforzando los puntos de anclaje tras la tórrida jornada de ayer, dada la poca amistad entre el sol y el hielo”.
El trabajo de los militares está dividido para lograr el máximo rendimiento, Dos cordadas en el trabajo de exploración y fijando cuerdas, y cinco miembros superaban los más de 800 metros de desnivel desde el Campo Base hasta la línea de meta alcanzada. Portean el material para continuar la labor y montar un Campo 1 en cuanto el terreno lo permita.