HUESCA | Llega el momento más esperado para el Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) y la expedición combinada de España y Chile al Campo de Hielo Sur. En las últimas horas, el equipo, formado por 15 expedicionarios, entre los que se encuentran cinco militares y el cámara civil y experto himalayista Luis Miguel López Soriano, volaba en helicóptero hasta Villa O’Higgins y de allí al plató. Junto a los hombres del Ejército de Tierra, completan la expedición especialistas de montaña de la Compañía Andina Divisionaria (CAD) Nº 20 Cochrane del Ejército de Chile.
A partir de este momento, a los expedicionarios les espera una travesía de 110 kilómetros entre montañas de hielo, temperaturas que desafían la supervivencia humana y un terreno inhóspito. Son sólo algunos de los obstáculos que deberá enfrentar el grupo, perfectamente cohesionado tras la preparación conjunta de la última semana. Los expedicionarios tendrán que sortear ráfagas de viento de hasta 100 kilómetros por hora y una sensación térmica de hasta -30°C, en un recorrido en condiciones extremas en autonomía, y con un equipo de aproximadamente 60 kilos, entre mochila y trineo. El objetivo es el ascenso al volcán Lautaro, de poco más de 3.000 metros de altitud.
El desafío del Campo de Hielo Sur se enmarca en el programa de intercambio y colaboración que mantienen desde hace años el Ejército de España y el Ejército de Chile en distintos ámbitos. En concreto, en materia de montaña y frío extremo. Así, esta travesía se suma a otras expediciones realizadas en conjunto, como la exploración combinada a Campo de Hielo Norte (2007) o la conquista del Ojos del Salado (2014). Experiencias al límite que han servido para posicionar a ambos ejércitos como referentes a nivel mundial en el empleo de tropas de montaña.