El Huesca acaba de ganar al Fuenlabrada y sigue a la caza de los puestos directos por el ascenso. Cristo fue la sorpresa de Míchel en el once titular y el canario lo agradeció con un gol en el minuto 8. Una definición que dejó el sello de su calidad. Gran jugada trenzada con Ferreiro por la banda derecha del Fuenlabrada y definición de forma elegante. Un 1-0 para disipar cualquier duda, demoler cualquier miedo.
El fútbol vive en un tobogán ajustado a las exigencias de cada equipo que tras el mal sabor de boca dejado contra el Extremadura había expectación por si Míchel emprendía o no una nueva revolución en el equipo. Cada vez queda menos y a la vez queda todo por decidir. El debate ha estado abierto durante la semana y se terminó con el canario arriba con Okazaki, y Galán en la defensa con Luisinho en el banquillo. Voló por los aires el debate abierto de meter a Okazaki y Mir juntos e incluso el cambio de jugador bajo palos.
El Fuenlabrada llegó con algunas bajas y con una mala dinámica de resultados. Mala y amplia. Tres meses sin ganar. El Huesca creció con el gol. Encontró dos autopistas por las bandas. Y en un caracoleo de Galán, Sotillos puso el brazo para que el árbitro decretara penalti. Cristo no ajustó bien al palo derecho y Freixanet la desvió. Dio (casi) igual. De un córner un minuto después, Okazaki remató en plancha de cabeza para poner el 2-0.
El fútbol es así. Se esperaba a un Fuenlabrada rocoso, duro, un partido de paciencia y sin llegar a los 20 minutos, 2-0. No hay nada mejor medicina que el gol para volver a la tranquilidad. Vistas así las cosas se avecinó una tarde plácida.
El partido rompió otro récord. En 35 minutos le pitaron al Huesca más penaltis que lo que lleva de temporada. Lo generó Cristo con una jugada tremenda de calidad y Raba el que lo falló. Disparó abajo a la izquierda de Freixenat que lo desvió a córner. Así es el fútbol. De ir 4-0 a un 2-0 que habilitaba a los madrileños a meterse en el partido con un golito.
Al filo del descanso llegó el susto. Una contra del Fuenlabrada acabó en gol, pero actuó el VAR. Salvador forcejeó con Rico al inicio de la jugada que terminó con el tanto de Jasson. La tecnología vio codazo al central vasco del Huesca así que se quedó con una amarilla y anuló el tanto. De ser infinitamente mejor el Huesca, de haber desperdiciado dos penaltis, una jugada te mostraba que si no cierras el partido te puedes meter en un lío.
Con menos posesión de balón, el segundo acto se abrió con el Fuenlabrada dominando pero sin colmillo. El 2-0 daba tranquilidad al Huesca que tardó en imponer su juego. Míchel metió a Sergio Gómez por Raba para volver a construir juego.
Si bien el Huesca controló el partido, si bien el Fuenlabrada estaba romo en ataque, el debe es que los madrileños se adueñaban de la posesión en El Alcoraz. Nteka metió una contra en el ecuador de la segunda parte que tenía que haber servido para agitar a los de Míchel. Más con el historial reciente de su equipo cuando el reloj avanza.
El segundo cambio fue el de Eugeni por Cristo, ovacionado, y misma misión: controlar el juego. Había necesidad de dormir el partido con el balón en los pies que es como mejor se siente el once de Míchel. El tiempo pasó y los madrileños no encontraron la forma de llegar de forma clara a los dominios de Álvaro. El Huesca Fuenlabrada terminó de forma desestresada para los de Míchel. Ahora toca hacer lo mismo fuera de El Alcoraz.
Ficha técnica
SD Huesca: Álvaro, Pedro López, Pulido, Josuè Sá, Galán; Rico, Mosquera, Cristo (Eugeni 68’); Raba (Sergio Gómez 56’), Okazaki (Rafa Mir 85′), Ferreiro.
Fuenlabrada: Freixanet; Glauder, León, Chico Flores, Sotillos (Fernández 45’); Salvador, José Rodríguez, Cristóbal, Hugo (Alberto 75’); Nteka, Jeisson (Fran 75’).
Goles: 1-0 min 8. Cristo. 2-0 min.18 Okazaki.
Árbitro: Verón Aceitón. Amarilla Raba 37’, Salvador 44’, Pulido 58`’, Pedro López 74’.
Incidencias: partido disputado en El Alcoraz con 6.149 aficionados en las gradas.