¿Conocer un territorio sobre una BTT, descansando en buenos establecimientos, reponiendo fuerzas con una rica y variada gastronomía, tener tiempo para el silencio, para adentrarse por sendas únicas y acariciar piedras milenarias curtidas por la historia? Es posible. Prepyr 365 pone al alcance rutas cómodas donde te puedes sumergir un par de días sin más pretensión que el de cargar las pilas de tu cuerpo, recomponer lo que está quebrado y de sentir que todo merezca la pena. Cinco Villas, Somontano de Barbastro y Hoya de Huesca dan forma a esta “segunda línea del Pirineo”, tal como le gusta denominar a este amplio territorio Alberto Martínez Embid, uno de los más grandes conocedores de la cordillera, de sus caminos y de sus historias.
Ese turismo tranquilo donde se aúna deporte con territorio y todo lo que ello implica se arropa en el denominado Slow Medieval. Cinco etapas que conectan la villa de El Grado con la de Sos del Rey Católico cosidas por buenas pistas que facilitan el pedaleo y vistas panorámicas. Entre ambas localidades algo más de 220 kilómetros con 4.200 metros de desnivel. Un recorrido apto para todos los públicos.
Un recorrido cómodo
La travesía se abre desde el Somontano con dos variantes que confluyen en Buera para acabar en Alquézar o en Bierge que es de donde parte la segunda etapa que acaba en Castilsabás. Para llegar hasta allí, el Tozal de Guara, los Mallos de Vadiello y los pueblos que jalonan el recorrido dan cobertura a cinco horas de pedaleo para sus poco más de 40 kilómetros que deja estampas que, de forma inconsciente por la sensación de quedarte atrapado por el paisaje, reducen tu ritmo para disfrutar de la aventura.
Las paredes del Salto de Roldán, la Gorgas de San Julián, tramos de las sierras de Gratal, Loarre y Caballera dan forma a la etapa que descansa el castillo de Loarre sobre el que pivota el final de una etapa de casi 46 kilómetros y de una dificultad media, perfectamente asumible con un poquito de buena forma física.
Tras dejar Loarre, el viaje transcurre dirección Biel por los Mallos de Riglos y Agüero, además de Peña Rueba. La roca es protagonista antes de llegar a la sierra de Santo Domingo donde la tranquilidad te acuna antes de llegar a Biel y empezar a sentir que el final del viaje se aproxima.
Los últimos 43 kilómetros desembocan en Sos del Rey Católico. Una ruta con dos posibles inicios ofrece dos posibles finales que se acercan a las villas medievales de Luesia y Uncastillo. Esta etapa está marcada por los bosques de la serranía antes de llegar a las paredes tan cargadas de historia como son las de Sos del Rey Católico.