ZARAGOZA | El Real Zaragoza ha dado un gran cambio en las últimas jornadas. Echando la vista atrás, hace escasos dos meses, el conjunto blanquillo se estaba jugando la permanencia, con un juego que no convencía a los aficionados zaragocistas. Hoy la situación del equipo ha cambiado de manera radical, dejando atrás el descenso e, incluso, algunos atrevidos miran a la zona de playoff, aunque sea ya demasiado tarde. Esto era algo impensable a mitad de temporada.
La dura derrota en Málaga por tres goles a cero y ante un rival directo, hizo saltar todas las alarmas en el Real Zaragoza, marcando la zona roja de la tabla. Para colmo, el calendario de marzo y abril pintaba complicado para el club maño. En tan solo siete partidos, el Real Zaragoza se cruzaba con cuatro equipos de playoff y ascenso directo. A pesar de la mala dinámica del equipo, los aragoneses lograron sobrevivir en todos estos encuentros, sumando un total de trece puntos.
Ahora, Escribá ha encontrado un sistema de juego férreo en ambas áreas, que le ha ayudado a reencontrarse con su fútbol, y a competir contra los primeros clasificados. Este sistema destaca por su gran solidez defensiva, sin cambios en esta. Cristian, Nieto, Jair, Lluis López y Fran Gámez son fijos en el once. El centro del campo, guiados por Jaume Grau y Francho Serrano, que se han consolidado como piezas centrales del equipo. Además, el equipo ha encontrado su dupla en ataque, formada por Iván Azón y Giuliano Simeone que, jugando juntos, todavía no saben lo que es ir por debajo en el marcador.
El Real Zaragoza llega a la recta final de la temporada en su mejor momento. El empate a domicilio en Ipurúa, ante el líder de la competición, deja al equipo prácticamente sin posibilidades de playoff, por lo que el club tiene como objetivo acabar el campeonato en el puesto más alto posible por el premio económico de La Liga.