La venta del Real Zaragoza y el cambio de propiedad se complica sin remedio. En las últimas horas, ha tomado fuerza el regreso a la escena del Grupo Orlegi. Un entramado financiero con presencia en trece estados mexicanos y recorrido internacional. Entre su modelo de diversificación se incluye una rama denominada Orlegi Sports que posee tres equipos en México: Atlas, Santos Laguna y el Tampico Madeiro. La ambición de Alejandro Irarragorri, presidente ejecutivo del grupo, es alcanzar la propiedad de algún club europeo, preferentemente en la Liga Española o La Premier League. Su nombre ya estuvo relacionado al Real Zaragoza durante el verano, pero no tardó demasiado en diluirse.
Las informaciones publicadas ayer por El Periódico de Aragón anunciaban que el Grupo Orlegi había mostrado su interés por hacerse con el 91% de las acciones del Real Zaragoza. Entre las condiciones de la negociación, Irarragorri incluía una fundamental: la permanencia del club en Segunda División. Todo llega en un contexto complejo, más de dos semanas después de un comunicado oficial que anunciaba que la venta se cerraría en cuestión de días. La del Grupo Orlegi no es la única vía abierta. Se especula con hasta cuatro posibilidades para la venta, cada una más próxima a una parte del accionariado. Entre ellas, y de una forma casi delirante, se incluye ahora el certificado de solvencia de Spain Football Capital.
Petón niega su vinculación al Grupo Orlegi
Durante la mañana, Heraldo de Aragón ha relacionado al Grupo Orlegi con el nombre de José Antonio Martín Otín `Petón´. Consultado directamente por SPORTARAGON, el consejero de la SD Huesca ha negado de manera taxativa su vinculación con el grupo empresarial que preside Irarragorri: “Me río de esa noticia. No tengo ni idea de quién es el señor Orlegi ni la factoría Orlegi ni los Orlegi brothers. No sé ni qué equipos tiene ni nada de sus negocios. La información es completamente falsa”.
Petón desmiente su conexión con el Grupo Orlegi, mientras el Zaragoza sigue barajando las opciones de una venta ya anunciada. El abanico de posibilidades, algunas basadas en medias verdades o mentiras totales, retrasa todavía más el cambio de propiedad. El proceso de venta no es inminente, más bien parece interminable…