“Los halagos debilitan”. Cuantas veces hemos oído esta pequeña frase y, sin embargo, no nos cansamos de ver una y otra vez equipos a los que, cuando les llegan, pierden la noción de la realidad y empiezan a caer cual castillo de naipes ante el menor soplo de aire.
Y nada más lejos de la realidad, la SD Huesca está viviendo su particular sinfín de palabras bonitas, de cantos de sirena, que si bien es cierto son con todo merecimiento, deberán ser bien encauzados por Rubi y sus pupilos. Porque al final somos seres humanos y a nadie le amarga un dulce, pero tomados en cantidades desproporcionadas pueden acabar siendo indigestos. Y es que la realidad es la que es, tampoco podemos engañarnos, y si el espectador azulgrana está empezando a sentir una sensación de optimismo muy elevada a su alrededor, las muestras que llegan del exterior parecen ir por el mismo camino.
Los aficionados sportinguistas no dudaron en alabar al conjunto oscense al término del partido. Muchos de ellos, a través de las redes sociales, declararon que incluso merecía haberse llevado los 3 puntos. Y los protagonistas directos no se quedaron atrás. El primero que se encargó de elogiar al Huesca fue el propio técnico del Sporting de Gijón, Paco Herrera, quien en la rueda de prensa no escondió el gran encuentro firmado por el equipo altoaragonés, del que dijo “es un equipazo, estará arriba. El año pasado jugó ‘playoff’ y este año lo ha mejorado”. En zona mixta fue Álex Bergantiños, uno de los flamantes fichajes del cuadro rojiblanco para esta campaña, quien se refería así a la actuación de los de Rubi: “Es un equipo muy completo, el mejor que ha pasado por El Molinón.
“El Huesca no se dejó atemorizar por El Molinón”. A. Maese
“La condición de este Huesca que se plantará esta noche en El Molinón es un simple envoltorio“, avisaba el Diario El Comercio en su editorial el mismo día del partido, donde ya dejaba a las claras que el Huesca actual esconde un enorme potencial a pesar de ser un club modesto y humilde. Además, el propio Javier Barrio en el mismo diario proseguía con los halagos, esta vez personalizados en la figura de Rubi, del cual decía que “lidera un grupo descarado, audaz y muy peligroso“, dejando claro que tras su paso por Gijón, el equipo oscense “no se dejó atemorizar por El Molinón“, tal y como argumentaba Andrés Maese en la crónica del partido del propio diario.
En la misma línea iba la editorial de La Voz de Asturias, en la cual Andrés Menéndez no dudaba en vulgarizar su vocabulario soltando un “si eres neutral estaba para bajar al bar. Espectacular“, coincidiendo como otros muchos compañeros de medios tanto oscenses como gijoneses en calificar el partido como extraordinario, donde ambos conjuntos tuvieron sus opciones e hicieron disfrutar al espectador a través de un nexo de unión: el balón, poniendo en relieve el enorme talento que atesoran ambos equipos.
Jorge García titulaba su crónica para el medio digital Vavel como “el Sporting se libra del nubarrón” ante un “frenético Huesca“. Otro que no pasó por alto el buen partido y la buena imagen de los azulgrana fue Marca, quien titulaba “laborioso Huesca“, haciendo referencia a las buenas hechuras de un conjunto que salió muy bien parado del envite ante un grande de la categoría y ante más de 21.000 espectadores que vibraron con lo que el propio periódico tildó de “una oda al fútbol“.
Ahora toca saborear y disfrutar de este buen momento que, sin duda, debe servir para reafirmar el trabajo de un colectivo que está empezando a brillar con luz propia dentro de una categoría muy exigente que no da lugar a la relajación. Es ahora donde mejor debe ser encauzada esa ambición mostrada por los azulgrana, que tan ilusionada hacen estar a su afición y que tantos y buenos halagos está recibiendo en todos los lugares que visita.
Si bien es cierto que tan solo fue un punto el cosechado en el majestuoso Molinón, las sensaciones dejadas por el equipo invitan al optimismo y hacen que no solo estén empezando a ser vistos con buenos ojos en El Alcoraz, sino que a pesar de tratarse de unos números lejos de casa más que normales, tanto rivales como aficionados estén empezando a valorar a un equipo que si algo está demostrando es su dificultad que existe para doblegarle.