Este jueves, 23 de julio, el Centro Natación Helios cumple 95 años de vida. Debido a la Covid-19 no va a realizar ninguna celebración, pero sí ha querido hacer un recorrido por su historia. Leoncio Labay fue el promotor principal de Helios. Acompañó a un grupo de entusiastas, se personó en el Ayuntamiento de Zaragoza para presentar su proyecto y solicitar la concesión de una parte de terreno en la Arboleda de Macanaz.
De esta forma, el 23 de julio de 1925 recibieron un escrito por parte de la Sección de Montes del Ayuntamiento que declaraba la concesión de dicha petición para comenzar así a dar vida al Centro Naturista Helios. Pese a que los inicios fueron complicados, gracias a la desinteresada colaboración de los escasos socios que por aquel momento componían el grupo fundador, los proyectos fueron haciéndose realidad.
La primera gran obra fue el conocido chalet, que se sacó adelante pese a los contratiempos, incluso tras la gran riada de 1926 que arrasó con todo. Esta construcción hacía de vestuario, biblioteca, almacén o refugio. Poco a poco el club desarrolló instalaciones. Los festivales náuticos con desfile de barcas y piraguas durante las Fiestas del Pilar dieron paso posteriormente a la celebración de regatas.
El piragüismo no fue la única disciplina que comenzaba a practicarse en Helios. Se disputaban partidos de pelota mano, se hacía atletismo, fútbol y baloncesto. Precisamente, en 1933, se fundó el primer equipo aragonés de baloncesto y fue el escudo heliófilo con el que Aragón entró al escenario nacional unos años después.
Tanto a nivel deportivo como socialmente, el Centro continuaba evolucionando. En 1935 se construyó al aire libre la piscina de 33 metros, la primera piscina del club, un acontecimiento que supuso un punto de inflexión entre los inicios y la consolidación de la entidad. Siete años más tarde de aquel importante hito, se pusieron en vigor otros nuevos estatutos que llevaron al cambio de denominación del Centro por el nombre actual.
Ya en 1951, se compraron los terrenos sobre los que hoy se levanta el club. Esos 13.000 metros cuadrados con el paso del tiempo se convirtieron en 65.000, que a día de hoy albergan a alrededor de 9.000 socios, entre los que se cuentan más de 1.600 deportistas federados y otros 3.800 participantes en escuelas y actividades deportivas.
Cómo no destacar que, una década después, llegó a Helios el primer camping de la ciudad, que aunaba modernidad y hasta cierto exotismo. A lo largo de sus quince años de existencia, cada verano pasaban por él familias francesas, holandesas, inglesas y, por supuesto, españolas y zaragozanas. Pero el camping no fue la única novedad de los 60.
Tras una larga y ardua gestión, el viejo sueño acariciado en Helios desde sus albores se hacía realidad. En marzo del 1967, se inauguraba la piscina cubierta, la primera de estas características en Aragón. A las conocidas como “Manuel Molinero” y “la piscina de las gradas”, se sumó el singular Lago en el verano del 1974. Uno de los puntos neurálgicos de la vida social durante el verano, donde pequeños y mayores siguen reuniéndose en la actualidad para disfrutar de nuestro espacio libertad.
En el ámbito deportivo, el espíritu olímpico se instaló en el Centro y sus emblemáticos deportistas llevaron a la comunidad autónoma a lo más alto del panorama nacional e internacional. Nadadores, remeros, baloncestistas, piragüistas… formaron los primeros equipos oficiales del deporte aragonés hasta alcanzar las 17 secciones deportivas de hoy en día.
Durante estos 95 años, Helios ha cosechado un brillante palmarés deportivo y una gran galería de deportistas que han representado al club, incluso al otro lado del charco. Entre ellos destacan nombres como el del piragüista José María Esteban Celorrio, campeón del Mundo y primer medallista olímpico aragonés de la historia, Javier Mínguez y Carlos Muniesa, también campeones del Mundo en pelota y remo, respectivamente. A quienes se sumó Esther Briz (remo) en 2017.
Todos ellos están acompañados de otros muchos reconocidos deportistas, que han dado grandes alegrías al Centro (Pilar Tejel, Abel Antón, Pachi Lasa, Ignacio Almau, Daniel Tejero, Andrés Bernabé, Merche Osa, Alfonso Muniesa, Fernando y José Ángel Arcega…), como las chicas del baloncesto, que han ascendido recientemente a Liga Femenina 2. Así ha sido como, año tras año, aquel retoño de la mitología griega ha ido creciendo, a orillas del Ebro, para consumarse como el auténtico ‘Dios del Sol’ y mantenerse en la cúspide del desarrollo social y deportivo de la historia de Zaragoza.