No es nada malo el botín que ha sumado el Huesca en esta semana de locos, pues las casualidades del calendario y los horarios televisivos han querido que se recorriera España de punta a punta en menos de una semana, y encima jugara bien al fútbol.
Cierto es que pudieron ser 7 puntos en lugar de 5, pero es mejor felicitarse por lo conseguido que no lamentarse por lo que se pudo sumar.
El fútbol en Almería fue exquisito. Quizá en la reciente historia del Huesca en Segunda, alguien me rescate otro partido más completo, pero para mi gusto, fue el mejor en años. Pero ya no sólo fue bueno por el juego, por las ocasiones, por la sensación de superioridad ante un equipo que jugaba en casa y que no lo venía haciendo mal, sino porque no hubo errores, todo fueron aciertos y nadie eligió mal en ningún momento: que suceda eso es muy difícil pues todos somos humanos.
Ante el Reus, por momentos continuó el efecto Almería: se debió marchar al descanso con un par de goles a su favor, y curiosamente marcó en su único tiro en la segunda parte, las cosas del fútbol. No sé si fue el cansancio o cederle al rival tanto terreno, quizá una mezcla de ambos, pero al final el empate no fue injusto aunque escuece que te empaten al final.
Y en Gijón, el Huesca se coronó como un equipo con carácter. Me gustó su actitud, siempre solidaria y valiente, nunca bajó los brazos y aunque fue dominado a veces, siempre supo sacudirse y plantarle cara a uno de los mejores equipos de la categoría.
El Huesca está para lo que quieran sus futbolistas. Con una plantilla corta, el equipo ha mantenido la línea en esta semana para sumar 5 puntos sobre 9 y seguir en la pelea por todo ahora mismo. Y a pesar de que es injusto destacar a unos sobre otros, Melero y Rubi son los pilares en los que este equipo sigue cimentando las ilusiones de la afición. El primero es capitán general, no sólo por portar el brazalete, sino porque su lucha, su brega, su llegada, su estado de gracia, contagia al resto y muy pocos equipos tiene ahora mismo ese don. El segundo, decide bien durante los partidos, pulsa las teclas correctas y sus futbolistas le responden. Lejos quedan las dudas que alguno tenía al inicio de temporada y que ahora se guardará bien de sacar a relucir.
A mí ya me apetece que llegue el sábado para ver al Huesca sobre el césped, y esa sensación, les aseguro que es fantástica. Disfrutemos el momento.