El Huesca acaba de anunciar el cese de Nacho Ambriz como entrenador de la SD Huesca. El club lo acaba de anunciar en su web con un escueto comunicado. De esta forma la relación del técnico mexicano concluye en el banquillo altoaragonés. La mala racha de juego y de resultados han precipitado su caída. La derrota ante el Burgos ha sido determinante.
Este lunes ha estado marcado porque los jugadores también pusieron pie en pared. De hecho mantuvieron una comida de hermandad. Fue en el restaurante Martín Viejo de la capital altoaragonesa y sin la participación del cuadro técnico. A nadie se le escapa que la situación del equipo era más que difícil y la del entrenador Nacho Ambriz, endeble. Doce jornadas después de arrancar la competición, la imagen del equipo es más que peligrosa.
Este Huesca del cuarto presupuesto de la categoría tiene un carácter poliédrico a la hora de enumerar fallos. Anclar en la zona media de la tabla, a cuatro puntos del play off por los puestos que permiten regresar a Primera y a tres del precipicio, es preocupante. Pero el juego ofrecido, más. Que Andrés Fernández fuera el mejor jugador en las victorias contra la Real Sociedad B y el Málaga dicen mucho de su fútbol. Y era necesario dar un golpe de timón.
Ambriz se encontró una plantilla tiene corta, porque así se decidió desde la sentina del club pero no terminó de sacarle el jugo necesario. Y las jornadas pasan, el calendario aprieta y la preocupación está más que justificada. Dos declaraciones de dos personas importantes en los despachos y sobre el prado marcan la temperatura de la entidad. En los micrófonos de Cope, Petón fue preguntado por el juego del Huesca tras el partido contra el Burgos. La respuesta, contundente: “No me gusta nada de lo que he visto”. Y ese nada abrió un camino a la interpretación despejado con el cese de Ambriz.
La segunda declaración fue la del capitán Jorge Pulido en los micrófonos de la radio pública aragonesa nada más certificarse la derrota contra los castellanos en El Plantío. “El objetivo son los 50 puntos”. Es decir, marcó el horizonte en la salvación. Y eso cuando eres un equipo que se construyó para buscar el ascenso era -es- una declaración más que preocupante.
El Huesca cerró contra el equipo castellano un mal partido y le viene otra jornada sin opción a pensar. Otra vez tres partidos en siete días. de los de suero o champán; de los de puerta grande o enfermería. La nueva trilogía arrancará sin Ambriz en el banquillo.