Qué habremos hecho los seguidores de la SD Huesca para que cada suceso, cada problema o cada declaración ajena al club, nos acabe salpicando. Qué habremos hecho nosotros que, subiendo deportivamente sobre el campo, parece que hayamos atracado un banco. Y qué culpa tendremos de carecer de tanta historia y soñar con el futuro, con un club que está recogiendo los frutos de un esfuerzo logístico, estratégico y económico para colocar al equipo por segunda vez en tres años en Primera División sin ninguna ayuda externa. Resalto, por más que fastidie, sin ninguna ayuda externa.
La situación que está viviendo actualmente la Segunda División con su promoción de ascenso a Primera es vergonzosa, sí, y creo que ahí cualquier seguidor de cualquier club puede opinar lo mismo. La gestión de Javier Tebas no está siendo la acertada, desde el caso Fuenlabrada hasta el desconocimiento de la disputa de los play off. A nadie le gustaría estar en la tesitura en la que se encuentran el Elche, el Almería, el Girona y el Real Zaragoza; a nadie. Pero no por ello, hay que pagar el pato con aquel que ha logrado el objetivo de manera directa.
Durante las últimas semanas hemos vivido un victimismo que, a grandes rasgos, podía entender y compartir, pero la situación se está pasando de la raya, sobre todo, cuando se usa a la SD Huesca como chivo expiatorio, como si fuera el malo de la película. Desconozco si la entidad azulgrana liberó la COVID-19 para frenar la racha zaragocista, si llamó al Watford para que no extendiera la cesión de Luis Suárez o si hipnotizó a Atienza para que volviera a sentirse azulgrana y decidiera dejar de rendir. Lo desconozco, y por ello, permítanme el beneficio de la duda y, sobre todo, la exageración, pero es que ha llegado un momento en el que parece que tengamos la culpa de todos los males del Real Zaragoza.
Abramos los ojos
Y esto no quiere decir que esté generalizando con la afición maña, conozco muchos aficionados que se alegran por el Huesca al igual que muchos otros envenenan con palabras de envidia el crecimiento del club, los cuales, por desgracia, son los que más ruido hacen en las redes sociales. Y ojo, con esto no quiero decir que tampoco exista el mismo pensamiento en el otro lado.
Pero estoy muy cansado, cansado de no poder hablar con calma, criterio y objetividad sobre la situación que afecta a la promoción de ascenso y, por lo tanto, al Real Zaragoza, sin llevarme, a cambio, una pulla por ser azulgrana; o escuchar especulaciones sobre lo que habría hecho Tebas si el Huesca hubiese quedado tercero. Dejemos de comportarnos como críos y discutir con argumentos banales, sin fundamentos, y señalemos a los verdaderos culpables.
Porque esta situación no favorece a nadie, porque el gran éxito de todos sería el de poder disfrutar de un derbi aragonés en Primera División, volver a colocar a Aragón en el mapa y recuperar ese orgullo tan nuestro si es que alguna vez se perdió. Tengamos pique, sí, pero un pique sano aislado de insultos y falsas acusaciones.