La SD Huesca afronta una semana repleta de compromisos con la cita copera del miércoles en San Mamés y el duelo liguero en Balaídos. Los azulgranas quieren dejar atrás el empate injusto cosechado ante el Levante y, sobre todo, toda la polémica arbitral que generó el colegiado Estrada Fernández. Sin opción ya de cambiar el resultado, la instrucción que ha dado el técnico Francisco es de quedarse con la clara superioridad que se vio durante los noventa minutos sobre el césped, con una exhibición en ataque como reflejaron las estadísticas; sin duda se ha encontrado el camino que ha transformado al Huesca de un equipo vulgar, menor y frágil en manos de los rivales, a otro competitivo que mira de tú a tú y que se impone por intensidad y fútbol al contrario…a falta de que también lo haga en el marcador.
El central Etxeita se ha convertido en el capitán del barco y no sólo por llevar el brazalete. Su presencia en el terreno de juego le ha otorgado un papel de líder que anhelaba el equipo: una figura fundamental en las dos áreas. Sus palabras de indignación tras el choque del sábado se han tornado hoy en otras bien distintas: “Estamos asimilando lo sucedido, seguimos dolidos pero esto no para. Tenemos que cambiar el chip. Hicimos un trabajo enorme, un partido muy bueno con muchas ocasiones y es para estar contentos“.
Rivera, ausente, y Melero sigue al margen
En la sesión de entrenamiento de hoy Francisco ha insistido en mantener la misma línea de trabajo. El entrenador almeriense ha contado con toda su plantilla menos Christian Rivera con permiso del club y Melero, que sigue recuperándose de su pubalgia. Los titulares ante el Levante han estado un poco al más margen y en general el míster ha trabajado desmarques de apoyo y ruptura, trabajo físico para fortalecer el tren inferior y manejo de balón con toques rápidos.