Este domingo 10 de enero fallecía Avelino Chaves Couto (26 de enero 1931, Orense) a la edad de 89 años, futbolista en la década de los 50 y, sobre todo, mítico secretario técnico del Real Zaragoza durante más de 30 años. Su legado insuperable en el club maño le eleva ya a la figura de leyenda zaragocista.
Delantero del Real Zaragoza entre las temporadas 1952/1953 y 1956/1957, se convirtió en pichichi de Segunda en la campaña 54/55 con 24 goles. Una precoz retirada del fútbol de élite debido a una grave lesión de rodilla le abrió la puerta a los despachos. En el año 1963, el presidente del Zaragoza Waldo Marco le convirtió en secretario técnico del Real Zaragoza, en medio del apogeo de Los Magníficos. Chaves influiría en todas las plantillas zaragocistas hasta el año 1996, no siempre con la misma responsabilidad, pero sí conservando una manera de ser y de trabajar que le convirtieron en una pieza fundamental de la idiosincrasia zaragocista.
Avelino Chaves, un visionario
El gallego demostró contar con la inteligencia y la intuición necesarias para trasladar al Real Zaragoza a otra dimensión futbolística más acorde con los tiempos de cambio que se vivían. En una época en la que la tecnología todavía no había llegado al mundo del fútbol, la anticipación y el don para encontrar talento allá donde otros no lo hacían, llevó a Avelino a vivir auténticas aventuras y anécdotas que hacen de él un personaje carismático y entrañable. Entre sus grandes aciertos se encuentran fichajes de la talla de los paraguayos Arrúa y Diarte, los argentino Barbas y Valdano, o Juan Señor y Pichi Alonso.
Como última labor en el club, desde la figura de delegado del equipo y consejero deportivo, fue el mentor de un jovencísimo Víctor Fernández desde comienzos de los 90 hasta 1996. A la historia pasará su reacción al gol de Nayim en la final de la Recopa del 95, entre una catarsis de felicidad desmedida, vestido con su impoluto traje pidiendo calma a la excitada expedición blanquilla. Una imagen que define la que fue una personalidad calmada y discreta de una de las personas más influyentes en la construcción de la respetada historia del Real Zaragoza.
Muchas gracias por todo. Descanse en Paz, Avelino Chaves.