Ganó el Levante en Elda, en un triunfo que se escribió en el tiempo de la verdad. Brugué y Espí dibujaron una remontada inverosímil, tardía, después de un gol de Collado y un gran ejercicio defensivo del equipo de Oltra durante toda la segunda parte. Si la victoria en Orriols cayó como un milagro del cielo, en media España se celebró el resultado, en lo que es el mejor resumen de la temporada del Zaragoza: los resultados ajenos vuelven a ser su mejor argumento para lograr la salvación.
El empate ante el Sporting devolvió los fantasmas del pasado y sumergió de nuevo al Zaragoza en el mismo bucle de siempre. El equipo de Ramírez experimentó una mejoría en el juego y en la defensa del área que Dubasin se encargó de emborronar en la penúltima jugada del partido. El Zaragoza, a los puntos fue ampliamente mejor, pero no mató a su rival y pudo perderlo al final.
El sabor agridulce que dejó el empate cambió con los resultados del domingo. Si el Albacete ganó con contundencia en un duelo directo, el Levante hizo lo demás: amplió la distancia del Zaragoza con la zona roja y asestó un duro golpe a la dinámica ascendente del Eldense. El partido del próximo fin de semana enfrenta miedos e inseguridades, en una final adelantada por el descenso a Primera Federación.