Hace dos temporadas, el Eibar fue el único equipo al que el Huesca ganó ambos partidos. En la presente, pese a llevar pocas jornadas, el conjunto armero ya ha perdido ante Elche y Cádiz. Pero el dato va más allá: de los últimos 14 partidos recién ascendidos (correspondientes a las últimas dos temporadas y los dos choques que lleva en esta) solo ha ganado 3. Los equipos que se estrenan en La Liga se les hacen bola a los vascos.
Dos de esas tres victorias llegaron la pasada campaña contra el Granada, lo cual es más sorprendente aún puesto que el conjunto nazarí es el mejor recién ascendido desde hace años en España. La tercera victoria se remonta a Eibar – Rayo de hace 2 temporadas, partido que vivió Míchel desde el banquillo madrileño.
Los otros choques se han saldado todos con victoria del equipo debutante salvo un par de empates, dejándolos con un saldo de 11 puntos de 42 posibles contra recién ascendidos. La SD Huesca buscará hacer sangre con esta pésima racha del Eibar para lograr su primer +3 de la temporada.
3 puntos ¿vitales?
El equipo armero llega al partido en un posición no muy cómoda pero tampoco alarmante. Con 8 puntos ocupan la decimoquinta posición, con un margen de 3 puntos sobre el descenso que podría volatilizarse en caso de perder ante el conjunto altoaragonés. Su mercado estival no ha sido el mejor, tienen bajas sensibles y el equipo de Mendilibar ha dejado dudas durante varios partidos, siendo uno de los rivales virtuales del Huesca por la salvación.
Los de Míchel, con los ya recuperados Mikel Rico y Okazaki, sumarán músculo, trabajo y experiencia, factores que se han podido echar en falta ante el Real Madrid o la Real Sociedad. Con solo 5 puntos y las dos últimas derrotas por 4-1, los azulgranas llegan con cierta presión al choque. David Ferreiro llegó a catalogar el partido de “final”.