Shinji Kagawa fue elegido por los lectores de SportAragon como el MVP del encuentro entre el Real Zaragoza y el Mallorca. Los maños vencieron por tres goles a uno y además de lograr clasificarse para octavos, recuperaron la mejor versión varios futbolistas.
El gran rendimiento de Linares, diana y asistencia incluidos, el estreno goleador de Alex Blanco o la facilidad para llegar a área rival de un Clemente que volvió a ser lateral izquierdo, fueron algunas de las noticias más destacadas de la noche. Sin embargo, la delicada y puntiaguda actuación de Kagawa despertó enorme interés puesto que es el futbolista cuyo crecimiento de nivel más elevaría el techo de un equipo enrachado.
Shinji fue el mediapunta de un 4-2-3-1 inamovible para Víctor en las últimas semanas, aún con rotaciones de por medio. Y a diferencia de otros escenarios Kagawa respetó la posición, fue paciente y pudo desarrollar su mejor fútbol. Es un futbolista que no puede estar sin intervenir.
Cuando Shinji Kagawa pasaba los veranos de su adolescencia en el FC Migayi Barcelona, en él emergió un amor hacia la cultura del toque. Solo hay que ver la cantidad de kilómetros que recorre con la finalidad de estar siempre cerca del balón. Aunque muchas veces no es la mejor decisión para el colectivo.
“Su mejor partido con el Real Zaragoza”
Es muy común ver al japonés viniendo a recibir demasiado atrás, en una zona exenta de peligro y que descoloca al equipo para la pérdida. Sin embargo, ante el Mallorca fluyó entre líneas y mostró para muchos, su mejor versión de la temporada. “Ha hecho muy buen partido, el mejor desde que esta aquí. Ha ralentizado y temporizado el juego cuando lo necesitamos”, explicaba Víctor en rueda de prensa tras el partido.
Además de esa utilidad, la cual se muestra intermitente pero habitual por flojo que sea su nivel, Kagawa estuvo más dañino de lo que acostumbra. Ahí reside el repunte importante que eleva su rendimiento. En los primeros instantes de la disputa envió un balón a la escuadra en una falta. La madera, como ya le ocurriera en el Alcoraz hace exactamente un mes, le privó de uno de los goles de la jornada.
Rozó el gol y sumó una asistencia
Además de ese disparo, su cosecha de pases clave fue numerosa. Otro de los hándicaps que no está superando en los seis meses que ya lleva en la Romareda: producir mayor cantidad de asistencias decisivas. Álex Blanco abrió la lata tras un pase suyo, y Linares, Puado, Delmás y Soro gozaron de buenos envíos del número 23. Además, tuvo olfato para acudir al robo, hacerse con segundas jugadas y sacar un buen ramillete de faltas cuando el Mallorca apretaba tras pérdida.
Su partido fue en tono creciente. Mejorando incluso con el paso de los minutos y llegando muy vivo al final de un partido que completó. Su falta de cambio de ritmo y punta de velocidad -nunca ha sido rápido pero su tono actual es muy pobre- le sigue limitando. Ya no puede picar por sorpresa al espacio, le cuesta el cambio de ritmo. Pero si va entendiendo que en un fútbol de pocos toques puede marcar diferencias como nadie en la categoría, Víctor no renunciara a él.
Japón es el país del sol naciente, y puede ser que este partido signifique para el Real Zaragoza el renacimiento de la mejor versión de su fichaje estrella en verano. Shinji Kagawa aún tiene toda la segunda vuelta por delante para demostrar que no vino a Aragón para despedirse del fútbol.