Ha sido un verano movido en las oficinas del CD Ebro. El mercado de fichajes se ha alargado hasta la última semana para terminar de apuntalar un equipo que aspire a luchar por las posiciones más altas. El trabajo de la dirección deportiva, encabezado por Pepe Cuevas ha sido incansable desde el primer hasta el último minuto. La casi completa renovación de la plantilla y el cuerpo técnico ha sido el principal escollo que ha habido que superar. Sin embargo, una vez cerrada la ventana de fichajes, parece que el equipo arlequinado ha dado un salto de calidad y ha seguido avanzando en su proyecto de seguir escalando posiciones año a año en Segunda División B.
Más de un quincena de bajas
La ‘operación salida’ ha sido muy llamativa. El primero en salir fue el entrenador, Manolo González, en un mutuo acuerdo con el club. Le siguieron Marc Nierga (UP Langreo), Aaron Abad (CD Teruel), Ubay Luzardo (Yeclano Deportivo), Michele Diana (UD Melilla), Gerrit (CF Talavera), Víctor García (CD Castellón), Sergio Cortés (UE Llagostera), Luca Ferrone (CD AT Baleares), Sandro Toscano (San Fernando CD), Jon Ander Amelibia (San Fernando CD), Fode (RCD Mallorca), Dani Martinez (CF Villanovense), Teo Tirado (CP Villarobledo), Javi Cabezas (CF La Nucia), Raúl González (Lleida Esportiu) y Carlos Selfa (Yeclano Deportivo).
Una multitud de salidas que obligaba a la dirección deportiva a trabajar a destajo durante el resto del mercado para conformar un equipo de garantías. No solo eso, sino que la salida de jugadores tan importantes como Michele Diana, Sandro Toscano, Sergio Cortés o Raúl González merecían unos recambios a la altura.
Otras tantas llegadas
La salida del entrenador requería de uno nuevo con la mayor brevedad posible. Manolo Sanlúcar fue el encargado de hacerse con las riendas del equipo zaragozano y de coger el testigo del proyecto. A éste le siguieron Raúl Monforte (procedente del filial) y Eduardo Loscos, que completaron la portería junto a Salva de la Cruz, que ha renovado con el CD Ebro y seguirá al mando de la capitanía.
La defensa ha cambiado por completo, a excepción de Tiago Portuga, también renovado. Llegaron Paco Aguza, José Antonio Espín, Nacho Uche y Rafael Parejo para reforzar el centro de la zaga tras las salidas de hombres importantes en esa demarcación. El ya mencionado Tiago Portuga, Abel Moreno, Carlos Barreda y Daniel Palomares completarán la defensa. Una defensa con una media de edad bastante baja y con jugadores con una gran proyección.
El centro del campo estará conformado por Víctor Andrés, Lolo Garrido, Liam y Jesús Rubio. Una mezcla de veteranía y juventud donde aparecen jugadores con una dilatada experiencia en la categoría y un joven talento llamado Liam, cedido por el Extremadura, y del que se espera una gran progresión a lo largo del año.
En cuanto a la delantera, de nuevo, son todo caras nuevas. El joven Adrián Carrasco, cedido por el Rayo Vallecano, se unirá a Juampa, Fran García, Álvaro González, Adrià de Mesa y Stéphane Emaná. El más reconocido es Adrià de Mesa tras su paso por la SD Ejea, y donde se convirtió en la referencia ofensiva, anotando siete goles en 34 partidos.
El club zaragozano ha probado una nueva forma de incorporar futbolistas. Obtener cesiones de jugadores de equipos de mayor categoría siempre es una buena opción. La llegada de Liam, Rafael Parejo y Adrián Carrasco han sido la nueva apuesta del Ebro. Tres jugadores que aportarán juventud y frescura en un vestuario donde podrán complementarse con auténticos veteranos de la categoría.
La importancia de la paciencia
El CD Ebro ha vivido unos meses frenéticos, en los que ha conformado una plantilla totalmente nueva. Los dos primeros partidos no han sido fáciles, prueba de lo complejo que es dar forma a un equipo totalmente renovado. La derrota por la mínima en el campo del Olot y el empate ante en el Espanyol B han sido las dos primeras pruebas para un equipo que se encuentra, todavía, en construcción. Manolo Sanlúcar tiene mucho trabajo por delante para moldear un equipo al que cualidades no le faltan y que necesitará de algo más de tiempo para empezar a dar el cien por cien. Una situación que no es desconocida para el míster, el cual explicaba que “somos un equipo nuevo y necesitamos afianzar la confianza entre todos nosotros para poder cumplir los objetivos marcados y mejorar nuestro fútbol”.
Tiempo y paciencia. Paciencia y tiempo. Es todo lo que necesita un Ebro que espera remontar el vuelo lo antes posible para poder asentarse en la zona que le pertenece.