ZARAGOZA | Todo indica que Gabi Fernández volverá a La Romareda, al lugar que le cambió la vida. Su carrera estuvo marcada por los afectos, por la vía sentimental. Colchonero, en Zaragoza descubrió que era un líder, un capitán en las buenas y en las malas. Desde 2007 a 2011 ocupó un lugar esencial, protagonista además de salvaciones y autor de goles inolvidables. Más tarde, volvió al Atlético de Madrid y se convirtió en el reflejo de Simeone sobre el césped: siempre pareció más cholista que el Cholo.
Las claves de Gabi Fernández
El futbolista que fue no necesita presentación. Es su lugar como técnico el que está por explorar, ahora en los primeros pasos de una carrera prometedora. Desde Madrid, el periodista Guille Puig lo define como un entrenador en formación, que busca en los banquillos la identidad que fue capaz de mostrar como jugador. Supera con poco margen los dos años como técnico e inició sus experiencias en dos de los clubes que más le han marcado: Atlético de Madrid y Getafe CF. También formó parte durante algún tiempo de la estructura del Nuevo Boadilla, un club madrileño con cierto prestigio en categoría juvenil. Su siguiente estación llegará en La Romareda, donde también se convirtió en un jugador referencial.
En el Atlético de Madrid completó sus prácticas y fue asistente del filial y segundo de Fernando Torres. Líder por naturaleza, Gabi no se sintió del todo cómodo en ese segundo plano. Y escuchó la llamada de Ángel Torres, que siempre le tuvo un cariño especial. El presidente del Getafe había diseñado los siguientes pasos de su banquillo: Gabi sería el relevo ideal de José Bordalás.
Gabi Fernández y un regreso al origen
Primero desarrolló su formación en el Juvenil B, al que salvó de una situación agónica, con tranquilidad en el alambre. Tras el despido de Emilio Ferreras, tomó las riendas del primer equipo y los trasladó de las posiciones de descenso a la zona del playoff, donde ahora lo puede dejar un año y medio después. Guille Puig define algunas de las líneas maestras de su modelo: “Es un entrenador por hacer, pero que destaca por su carácter pasional y su capacidad para llegar al futbolista”.
Fundador del espacio Más que Azules, dedicado al Getafe en todas sus vertientes, Puig recuerda que siempre sacó lo mejor de jugadores en formación y que fue capaz de cambiar sus dinámicas. De Gabi remarca también su capacidad como motivador y su cercanía, que se descubre a través del uso recurrente de charlas individualizadas. Otra noción que le define es la fe que le tiene a su cuerpo técnico: “Confía tanto en ellos que mantiene un segundo plano en algunas secciones de los entrenamientos, para involucrarse en las fases más centrales de la práctica”, nos cuenta Guille Puig.
Una elección de Mariano Aguilar
Si el fútbol no ofrece un guiño inesperado, Gabi Fernández será el cuarto entrenador de la temporada. En el cierre de la conversación, Puig deja su última aportación: “Es una apuesta arriesgada, pero Gabi es un tipo de fútbol, un entrenador prometedor, al que no le asustan los retos y los grandes desafíos. Es ambicioso y su mejor cualidad ya la vimos como futbolista: es un líder y le mueve la pasión”.
Mariano Aguilar elige a Gabi Fernández como el cuarto entrenador de una temporada trágica. Y le encarga a un técnico novel y un futbolista ejemplar la tarea más compleja de siempre: salvar al Zaragoza.