El acto de la práctica deportiva es un elemento que se está extendiendo de manera equitativa en casi todas las sociedades occidentales, el culto al cuerpo más allá de trabajar la mente es un acto que hemos heredado de las civilizaciones mediterráneas que nos han precedido. Dependiendo de nuestras capacidades físicas o nuestras inquietudes personales podemos elegir entre un gran abanico de posibilidades; algunas practicadas de manera individual, como es el caso del running, u otras practicadas en colectividad. Es en este segundo grupo donde encontramos una disciplina deportiva que está sufriendo un gran crecimiento exponencial, hablamos del pádel, deporte similar al tenis pero de características intrínsecas diametralmente diferentes.
El pádel es un deporte de nueva creación, esta modalidad se practica desde finales del siglo XX, concretamente desde 1980, y fue inventado en México por Enrique Corcuera en 1969, concretamente en la ciudad de Acapulco. El contexto en el que se practica es una pista rectangular muy similar a un campo de tenis, hecha de hormigón, cemento o césped sintético. Es una práctica que cuenta con un fuerte componente social, ya que se desenvuelve generalmente en parejas, dos en cada zona de la pista. Los otros dos elementos trascendentales para llevar a cabo este deporte son: la pelota, de similares características a las del tenis; y la pala, elemento con el que se golpea el esférico.
La expansión de esta práctica deportiva en nuestras fronteras se originó gracias al contacto entre los países sudamericanos y el territorio peninsular, recibiendo una gran acogida. Buena muestra de ello es que muchos bloques de pisos de nueva creación incorporaron a sus instalaciones una pista de pádel. Un elemento que chocaba desde un primer momento a las personas que no eran conocedoras de dicho deporte. Poblaciones más acostumbradas a disfrutar de una piscina que de un elemento que a priori podría resultar exógeno. El hecho de que se hayan ido incorporando de manera reiterada e ininterrumpida deja entrever que esta medida pionera ha resultado un éxito.
En las grandes ciudades del país ya no sorprende la presencia de una pista de pádel, y si realizamos un trabajo de campo y preguntamos a los responsables de estas instalaciones observamos como la demanda es creciente. Gracias a la poca exigencia física que genera este deporte si lo practicamos de manera amateur, muchas son las empresas que realizan encuentros entre sus miembros en este contexto. Los gimnasios y complejos deportivos han tenido que hacer frente a las demandas de los ciudadanos en relación a satisfacer sus necesidades.
Si analizamos la nomenclatura del deporte, pádel hace referencia a la palabra inglesa “paddle“, que significa raqueta. Por deformación, la palabra se ha adaptado a nuestro idioma.
A escala profesional, el pádel ha sufrido una explosión casi sin precedentes, la autoridad deportiva de la que emana es la Federación Internacional de Pádel. En el año 2012 se creó el World Padel Tour, el circuito más importante en el ámbito internacional, disputando partidos incluso en ciudades adyacentes a nuestro contexto como Barcelona o Madrid. Aquí participan los cien mejores jugadores del mundo. Está por ver si esta modalidad conseguirá a largo plazo un reconocimiento similar al que atesora el tenis. El alcance social y su impacto aún se encuentran a años luz, hecho que se materializa en el volumen de espectadores en los sucesivos partidos o la expectación que generan los diversos tenistas y su seguimiento en redes sociales. Otro elemento que ensalza al tenis es que algunas casas de apuestas, como es el caso de BetStars, ofrecen sus cuotas en relación a los partidos más trascendentales del calendario.
En cuanto a la normativa inherente, la pista está dividida en dos mitades que juntas conforman una superficie rectangular de diez metros de superficie por veinte de largo. Al fondo de ambos campos encontramos un cierre conformado por lonas o muros con una altura de tres metros. La división entre las dos bandas está formada por una red similar a la del tenis. Las pistas generalmente están cerradas físicamente con una red metálica. Gana el mejor de tres sets, por tanto, una pareja debe hacerse con dos sets para disfrutar finalmente de la victoria. Dichos sets están formados por seis juegos. Cada vez que hay un número par en relación a los sets conseguidos, las parejas cambian de campo.
Está por ver si este deporte seguirá aumentando su importancia e impacto a escala mundial, pero sin duda es un ejercicio altamente recomendable para todas aquellas personas que quieran acceder a la práctica física con una exigencia no excesivamente alta.