La SD Huesca ya acaricia el ascenso. El gol fuera de casa da una importante ventaja a los oscenses de cara al partido de vuelta en El Alcoraz. A pesar de que Huracán consiguió empatar, el 1-1 es un gran resultado para encarar el último y definitivo encuentro de la temporada: la gran final.
El Huesca hizo en San Gregorio el partido que había que hacer | Foto: sporthuesca.com – C.PascualNi las dimensiones del terreno de juego, ni el césped artificial, ni la presión de la escueta pero influyente grada de San Gregorio… pudieron con el Huesca. Y hablando de presión, la que sufrió el linier, ¿verdad, Toni? Declaraciones exageradas y punibles de sanción a parte, y tirando de tópico, el Huesca hizo el partido que tenía que hacer. Serio, ordenado y comandado en defensa por un Álex García imperial que sustituía a Rojas en el once por molestias musculares del andaluz antes del comienzo. Cómo ha crecido el chaval. Ya es un seguro de vida.
Regresaba Manolo tras la sanción y eso hacía que Fran Mérida se quedara en el banquillo. No importaba siendo un partido jugado en este contexto: había que agarrar el centro del campo y no soltarlo. Josan ocupaba la banda en la zona de ataque en detrimento de un José Gaspar todavía tocado y con el que se prefirió no arriesgar -disputó los últimos minutos-. Cuando hubo que replegar, se replegó. Cuando hubo que jugar y mantener la posesión del balón, se jugó. Y cuando hubo que atacar, se atacó. Cual reloj de perfecto funcionamiento. Tirando de experiencia y talento.
“Entre Dani y la madera podemos estar a salvo”
El gol de Tyronne supuso un antes y un después en el transcurso del encuentro. La polémica que rodeaba el tanto del canario enfureció a los locales y los de Tevenet quedaron visiblemente ‘inactivos’. Tanto, que Huracán consiguió el empate por medio del imponente Amarilla y quedaban muchos minutos de juego aún. Entró en el verde el ex azulgrana Tariq para pelear los balones aéreos y encerrar a los visitantes, pero todo quedó en el intento. Ah, y un balón al palo. Entre Dani y la madera podemos estar a salvo.
Queda tan solo un partido. El último cartucho. La final de las finales y un escenario inmejorable. El todo o la nada. No hace falta decir cuál es el premio, todos lo conocemos. El apoyo de una pequeña gran ciudad y toda su hinchada para lograr el soñado, esperado, y tan ansiado ascenso.
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