ZARAGOZA| No había mejor lanzador sobre el césped. Hacía cinco años que Ager Aketxe no fallaba desde los once metros. Pues bien, Jokin Ezkieta –un tipo nacido para pararle penaltis al Real Zaragoza– adivinó todas sus intenciones. El error del vasco en el último minuto del encuentro tras la vorágine de partido que se había vivido hasta ese momento en La Romareda solo fue un espejismo, como muchos otros, de los tiempos que corren en Zaragoza. Pero también significó algo más: la puntilla a un futbolista destinado a ser el mayor protagonista del equipo y al que de momento no le están saliendo las cosas.
El media punta bilbaíno recaló en las filas zaragocistas después de cuajar la mejor temporada de su carrera deportiva en el Éibar –11 goles y 6 asistencias-. Llamado a ser la pieza clave, una lesión en el cuádriceps a finales de agosto le hizo perderse un mes de competición y ahora que ha vuelto no acaba de cumplir con las expectativas que se habían puesto sobre él. Con una zurda de otra categoría, Aketxe no influye demasiado en la zona de tres cuartos y parece no entenderse con sus compañeros a la hora de desplegar su fútbol por dentro.
Quizá es justamente eso. Aketxe está destinado a jugar por detrás del delantero, pero en el esquema de Víctor Fernández ya existen diversos jugadores que cumplen con esa función. Hemos visto como Bazdar o Soberón han jugado en esa posición y sin duda han cumplido con creces. Al fin y al cabo, el fútbol del vasco en el Real Zaragoza se escribe a través de conducciones desde fuera hacia dentro para buscar el último pase y es ahí dónde se puede llegar a solapar con sus compañeros.
Una prueba que denota su escasa participación en metros finales son sus numerosas ocasiones en las que decide bajar a recibir al centro del campo. Es un síntoma de un futbolista al que le gusta estar en contacto con el balón y que tiene que alejarse de las zonas de peligro para sentirse cómodo. Un aspecto que no beneficia al equipo.
En el mal momento por el que atraviesa el Real Zaragoza, Ager Aketxe debe dar un paso adelante y demostrar que es un verdadero líder dentro del vestuario. Clave en esto debe ser la figura del entrenador zaragocista que debe buscar un entorno que potencie a los futbolistas de ataque.