HUESCA |El Peñas recibe al Zamora, líder del Grupo Oeste de la Leb Plata, este sábado en el Palacio de los Deportes. Tocará sufrir otro partido más y esperar que todas las piezas jueguen a un ritmo alto y de calidad, “al principio, en la mitad y en el final del partido”. Si todos los partidos son complicados qué decir de un quinteto bien armado, con un técnico de la casa y con un proyecto estable. Si la foto amplia es buena, cuando el foco se fija en las singularidades, más aún.
Zamora no lidera el Grupo Oeste por casualidad. El jamaicano Powel es rápido y seguro, el español Toni Naspler tiene un gran tiro de tres y con el norteamericano Buckingham, para Sanz, la LEB Plata se les queda pequeña y los 224 centímetros del lituano Pauksté se apodera del rebote. Además, como perdieron el partido anterior cuando no están acostumbrado a ello implica que “vendrán con el cuchillo entre los dientes”, afirma Sanz.
En contraposición a Zamora, un Peñas del que su preparador tiene claro que la clave descansa en que su tropa “crea que es posible ganar; de lo contrario será imposible”. Ese juego mental es muy importante. No dejarse avasallara por el nombre y la calidad del contrario. Eso implica firmar un partido completo de principio a fin. Y su derivada es impedir puntos fáciles al líder y que gane el rebote pese a esos 224 centímetros de Pauksté. “Zamora -precisó el técnico del Peñas- es un equipo que suele emplear varias defensas, que te hace pensar”.
Quizá, lo que más temma Rafa Sanz de su equipo es la falta de jugadores, porque viven de la calidad de todos como grupo. Este Peñas no se puede permitir bajos estados de forma, partidos de jugadores que no entren bien… Para el duelo tiene las dudas de Sola y Nogués, con problemas de pubis. Respecto a la incorporación de alguna ficha no dio esperanzas. Dijo que es algo “complejo”.