HUESCA | El Lobe Huesca acaba de ganar en casa del Almansa y regresa a la senda de victorias fuera del Palacio. Quedaba lejos esa victoria en la pista de Morón en la jornada séptima por 72-81 del pasado 11 de noviembre. Con este triunfo (69-77) , los de Rafa Sanz dan un gran paso por la permanencia. Ganan un partido contra un rival directo y eso es más importante aún ya que los dos llegaban con el mismo balance en cuanto a victorias y derrotas.
Desde la llegada de Kararinas, Rafa Sanz apostó de entrada por tres grandes ( Kararinas, Bastante e Iglesias) junto a Stümer y Scariolo. Tomás Chapero, con molestias físicas, se queó fuera de la convocatoria. El partido comenzó con un ritmo muy alto, con Martín Iglesias y Bastante tirando de la anotación peñista. Como ocurrió en el partido de ida, el pivot portugués Monteiro hacia daño en el poste bajo y suyas eran las primeras anotaciones por parte de los almanseños. Ambos equipos jugaban con mucho brío, con muchas posesiones y defensas intensas.
Los azulones tomaban mínimas ventajas y la entrada de Nogués y Rubín de Celis daba nuevos aires a los peñistas que apretaron más bajo aro propio. Un 2+1 de Kararina igualaba la contienda, y ponían las tablas en el marcador (15-15), pero Almansa conseguía canastas fáciles. Un triple de Luis García llevó la renta a cinco puntos (22-17). Lobe se sobrepuso y de la mano de Chechu Malo y Rubín de Celis cerraron el cuarto con una mínima desventaja (24-21).
El segundo cuarto fue brutal para el quinteto altoaragonés. Lobe era un vendaval, defendiendo, corriendo y anotando desde el perímetro. Los de Sanz endosaban un parcial de (0-10) en un abrir y cerrar de ojos, dándole la vuelta al marcador (24-31). Bastante y Scariolo, desde el perímetro, eran los artífices de la remontada. Tino Uguidos pedía tiempo muerto para tratar de frenar las sangría. Las perdidas de los azulones eran continúas (6) y los peñistas jugaban a placer. Los locales sufrieron una desconexión, estancados varios minutos en el punto 24. Lobe no supo aprovechar del todo ese apagón local y la máxima de los altoaragoneses no superó los 12 puntos (27-39) Los manchegos comenzaron a desatascar la situación jugando más con el corazón que con la cabeza. Lobe mantenía una holgada diferencia que supieron administrar hasta el descanso (32-44) La dupla interior (Bastante e Iglesias) habían convertido ya 10 y 8 puntos, respectivamente. La batalla por el rebote se ganaba por 16 a 10 rechaces.
Tras el descanso, la defensa local se volvió más presionante. Los azulones habían salido en tromba llenos de energía y coraje. No daban un balón por perdido. Un parcial de 9-0 volvía la igualdad al electrónico (42-44) y apareció Rubín de Celis para meter un triplazo. Los manchegos llegaron a empatar a 47. El partido volvía a estar abierto y la ventaja (57-59), insignificante.
Se preveía un último cuarto frenético, un todo o nada. A ambos equipos les pudo la presión y eran incapaces de anotar durante los tres primeros minutos de cuarto. Kararinas y Malo estaban con 4 faltas y Martín Iglesias fuera de combate por un problema en el tobillo. Lobe sufría mucho por dentro. La rápida eliminación por faltas de Kararinas y Malo, dejaba a Bastante como única referencia en el interior. Almansa hacia todo lo posible pero no lograba ponerse por delante. Un último arreón peñista daba una renta de seis puntos (60-66) con un Bellver haciendo daño desde el perímetro. Lobe resistía pero no se distanciaba y la maldición de los finales apretados sobrevolaba la mente de los peñistas. Finalmente el acierto en los tiros libres de Rubín de Celis unido a la dirección de Scariolo sujetaron esta vital victoria foránea.