ZARAGOZA | Las lesiones de esta semana son el primer gran golpe al que se enfrenta el Zaragoza que proyectó Juan Carlos Cordero y que dirige Fran Escribá. El equipo parecía bendecido por todas las suertes de la competición, vencedor de partidos que no siempre mereció ganar. Imbatido hasta el quinto encuentro, un dato parece tener más valor que muchos otros: ha sido capaz de anotar 9 goles sin la participación directa del nueve que fichó para marcar.
Nadie contaba con las bajas de Francho Serrano, Carlos Nieto o Quentin Lecoeuche. Y todas son especialmente sensibles, por causas muy diferentes. Serrano reúne en un solo futbolista muchas de las cualidades que tienen el resto de mediocentros. Quizá por esa razón, existe la impresión de que no hay nadie como él en el equipo.
La baja de Carlos Nieto es un drama sin consuelo. La gravedad de su lesión le obligará a pasar por el quirófano y le alejará del césped durante al menos cinco meses. Es especialmente cruel para un jugador poco propenso a lesionarse, capaz de vencer la crítica. Su mejor cualidad ya está escrita: una ética de trabajo ejemplar. Y desde ese lugar inicia el camino de la recuperación.
La ausencia en ese lugar del campo parecía cubierta por Lecoeuche, que logró ocupar su posición en el duelo frente al Cartagena. Solo tres días más tarde, unas molestias en el aductor le descartan para la cita del viernes. A Fran Escribá se le plantea el primer desafío. En una plantilla con puestos doblados, pierde a los dos laterales izquierdos puros.
El técnico medita una solución a puerta cerrada. Las opciones sitúan a Fran Gámez en el lateral izquierdo, desplazando a uno de los dos centrales más veloces (Mouriño o Francés) al perfil diestro. También hay opciones para que Luna entre en la rotación, mientras no se deshecha la posibilidad de recurrir a algunas de las opciones que llegan desde el filial. Juan Sebastián, Jay o Vallejo entran en esas cábalas.
La Romareda prepara en el inicio de la jornada un escenario lleno de sonido y de color. El equipo, acostumbrado a que todos los elementos jueguen a su favor, se encuentra con algunos golpes que no estaban previstos. Fran Escribá, mientras tanto, medita respuestas para el primero de sus dilemas.