Anunciar el comienzo de la temporada de nieve en el Valle del Aragón y la Jacetania. Ese era el objetivo del Maratón Blanco que se disputó este domingo entre Jaca y las Estaciones de Esquí de Astún y Candanchú.
Imagen durante la prueba cruzando Canfranc Pueblo | Foto: CP MayencosSi bien las primeras nieves llegaban a lo largo de esta pasada semana, esta carrera de 35 km y más de 1000 metros de desnivel se ha convertido en el primer evento deportivo de esta temporada invernal que comienza.
Sesenta corredores, entre ellos seis mujeres, tomaban la salida en los Glacis de la Ciudadela de Jaca para realizar este recorrido que combina dos partes muy diferenciadas. La primera, que saliendo de Jaca por la Ruta Jacobea, pero en sentido inverso al que realizan los peregrinos, tiene un primer hito en Castiello de Jaca y llega hasta Villanúa, discurre por pista, sin apenas desnivel, trazado apenas salpicado por varios repechos cortos, aunque empinados, que ha permite correr muy rápido y en la que los participantes habituados a las carreras de ruta han podido exhibirse. Nada más dejar Villanúa los participantes entran en un recorrido auténtica montaña, en el que el camino es reemplazado por la senda. A partir de aquí es donde los corredores de montaña empiezan a encontrarse en su ambiente, mientras que aquellos que no están habituados a las subidas comienzan a verse fuera de su elemento.
Si bien este trazado no se puede considerar como inédito, más bien todo lo contrario, ya que por ser parte del Camino de Santiago y por su belleza es uno de los peregrinos y caminantes, sí que se puede considerar totalmente novedoso en lo estrictamente deportivo. Un trazado como éste, plagado de referencias históricas, culturales, deportivas, especialmente las relacionadas con la montaña, y también de naturaleza, ha encontrado en esta carrera una nueva forma de unir todos los elementos característicos de este valle y de este tramo del Camino mediante la competición.
El día amanecía lluvioso. Incluso llegaban noticias de que en la parte alta del Valle las precipitaciones eran casi torrenciales. Como corresponde a los días de inestabilidad las predicciones eran dispares en función de dónde se realizara la consulta. A las nueve de la mañana, la hora de la salida, los pronósticos más optimistas llegaban de las aplicaciones de los teléfonos móviles que permiten seguir los radares de lluvia, según las cuales la lluvia estaba pasando e iba a dar una tregua.
La salida fue muy rápida y pronto se estiró el grupo. Como el trazado discurrió muy cerca de la carretera hubo muchos puntos en los que el público pudo seguir la carrera y dar ánimos a los corredores, lo que siempre es un estímulo para ellos. El primer corredor que comenzaba a abrir hueco en el llano era Oscar Soriano, de Los Sarrios. Poco más atrás, Kiko Navarro, del equipo de la Guardia Civil y Antonio Blanco, del Equipo Militar de Esquí y Montaña, y algo más atrás Javier Les, del Rutas Navarra.
En la salida de Villanúa, donde los corredores afrontaban el km 15, Navarro perdía unos metros respecto de Soriano y Blanco. Sin embargo, tras los 8 primeros kilómetros de senda de montaña, en la entrada de Canfranc Estación, Antonio Blanco había comenzado a marcar las primeras diferencias claras, hasta dos minutos sobre sus perseguidores, el tándem formado por Kiko Navarro y Oscar Soriano.
Tras abandonar la Estación Internacional comenzaba la parte más dura de la carrera, tanto por los desniveles como por el firme, en el que muchos tramos la senda está desdibujada por el terreno de montaña. Apenas un tramo en el que recuperar llegando a Candanchú. Los dos últimos kilómetros desde Somport hasta la meta, el desnivel prácticamente desapareció, pero la senda dio paso al asfalto y el cambio se pudo convertir en un motivo para esprintar hasta el final. Sin embargo, la organización preparó un último bucle final que permitió al público presenciar los últimos 400 metros de carrera, pero que endureció el final para los participantes. Blanco marcaría en estos 10 últimos kilómetros las mayores diferencias, ganando otros ocho minutos sobre sus perseguidores, llegando a la meta situada en Astún con un increíble tiempo de 2 horas y 38 minutos. Segundo entraría Kiko Navarro, con diez minutos de retraso, y tras él Óscar Soriano, a dos minutos y medio.
En féminas ganaba Sandra Brunet, del 2KV Villanúa, con 3:53, seguida de Sonia Santander, Grupo 7:45, a siete minutos, y Nani Gabasa, con 4:26.
En veteranos el primero fue Francisco Osanz, del Club Pirineísta Mayencos (3:09), segundo Victoriano Arazo, del Sarrios (3:10), y tercero Toño Molpeceres, de Montañeros de Aragón (3:15).
En veteranas, primera Nani Gabasa y segunda Elena Albar (Club Atletismo Barbastro), con 5:05.
El más joven de la prueba y primer promesa fue Francisco Naval, el más veterano sería Gregorio Ascacíbar y el Club que congregó más participantes fue Mayencos.