La permanencia es el objetivo del Bada Huesca para una temporada que estará marcada por la incertidumbre de la COVID-19. Un positivo en un equipo trastabillará toda la Asobal. Esta tarde ha sido el primer día de entrenamiento de todo el Bada Huesca 2020/21. Foto oficiosa de la plantilla en el Palacio -todos negativo tras las correspondientes PCR por el coronavirus- y a entrenar. No hay tiempo para perder. Han sido muchos meses sin contacto con la redonda y el 2 de septiembre está más cerca de lo que parece.
Entre unas cosas y otras, Nolasco no tendrá las tan deseadas seis semanas para afinar la partitura. A favor de esta juega el grupo. Ha habido cambio de fichas, pero han sido pocas. Las incorporaciones son las de Miguel Spinha, Janez Gucek, Oleksandr Nekrushets y Paul Alonso. El grueso se mantiene, pese a la marcha de ilustres como Marco Mira. Y también el deseo de ser el equipo que inició la segunda vuelta de la anterior campaña y olvidar lo ocurrido en la primera.
Oier, uno de los capitanes del grupo, se sincera cuando dice que “no nos viene bien colocarnos metas” al ser preguntado por la permanencia. Sigue la tesis de ir poco a poco. “El calendario es bueno. Vamos a ver dónde acabamos la primera vuelta y luego ya veremos”, señala. La Asobal 2020/21 vivirá entre la incertidumbre y el ‘apelotonamiento’. Más equipos y más candidatos a descender además de los dos últimos. Y el extremo vasco se sincera. “Si echamos la vista atrás hay que agradecer el habernos mantenido”, recuerda. Y es que el Bada ocupaba puesto de descenso cuando se dio por finalizada la competición, aunque sus síntomas -por resultados y juego- es que le quedaba poco para salir de allí. La sensación de Oier para esta campaña es clara: “Si confiamos en nosotros no debemos pasar apuros”.
Nolasco, como cabeza del cuerpo técnico del equipo, ha diseñado una campaña intensa. Reconoce que igual le faltaría un partido más en la pretemporada -se va a medir a equipos de mucha enjundia– pero lo subsanará con la propia plantilla. Dos facetas van a ser clave: cuidado de los jugadores con todo el tema de las articulaciones y ejercicios donde prime la toma de decisiones.
Después de tantos meses de parón forzado, el primer objetivo del equipo es coger sensaciones, volver a tener ese contacto con el balón, con la pizarra aplicada sobre el 40×20 para engrasar la maquinaria y llegar al 2 de septiembre a velocidad de crucero.