El nuevo esquema del Huesca deja claro que Anquela se preocupa por resguardar a su equipo de la debilidad que puede suponer exponer demasiados argumentos ofensivos en una categoría que muchas veces aprovecha más el fallo del rival que el propio mérito.
Oscar Ramirez en el duelo ante el Almería | Foto: LFPCon esa consigna llegó a Huesca el jienense, la de buscar un equilibrio en el equipo que empiece por el ser serios defensivamente.
En Almería, la zaga azulgrana parecía incluso disfrutar defendiendo pero creo intuir que esa primera línea de batalla quizás podría ser mejor tenerla unos metros más hacia delante.
El partido no fue algo bello, atractivo. Asistimos a la versión más práctica del Huesca en la categoría de plata. Trabajo y trabajo para aprovechar más que una gran jugada, un chispazo. Se encontró luz en una falta y en un monumental desajuste defensivo.
No es un fútbol que cause fiebres y delirios de entusiasmo en la grada y se presupone que algo distinta se mostrará la versión del Huesca en casa, aún manteniendo la defensa de cinco.
Pero parece que da puntos. Ahora mismo esa es la gran necesidad del Huesca para afrontar la Navidad del regreso a segunda en paz. Puntos, que de seguir en esta línea, veremos qué sucede en Copa, harán un poquito más atractivo al Huesca sí cabe para aquellos posibles nuevos refuerzos que apuntalarán a un equipo cuyo técnico ya será seguro tirón para muchos.
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