La primera parada de este trayecto apasionante se producía en la capital de la comarca de Osona. Primer partido, primer desplazamiento y enfrente el primero de una larga lista de jugadores, equipos y árbitros desconocidos para el club oscense. Desde el inicio de la corta historia del club (6 años), la búsqueda de nuevos retos y el desarrollo de la cultura del rugby en la provincia de Huesca han sido siempre las cartas de presentación del Quebrantahuesos. Así pues, se encontraban ante una hoja en blanco y el bolígrafo cargado de tinta para escribir el futuro del club.
El club llegó a Vic con la convocatoria completa pero con bajas sensibles principalmente en la línea de ¾, lo que obligó a Héctor a recomponer el equipo. Esta está siendo una circunstancia que tristemente se lleva repitiendo desde hace una temporada, y que en cierto modo lastra la capacidad de evolución de muchos jugadores que se ven obligados a jugar en posiciones no naturales para ellos. La recuperación de lesionados de larga duración (Miguel, Petol, Gabi) junto con la vuelta definitiva de jugadores que no han podido estar presentes en la pretemporada (Vili, Aitor) se antoja fundamental para dotar al equipo de una zaga experimentada y segura, en una competición que castiga mucho los desequilibrios delantera:línea. Cabe destacar que el regreso de Garrote como medio melé y la presencia de Arnau como ’10’ han solucionado muchos quebraderos de cabeza a Héctor.
El partido comenzó muy intenso por parte del Quebranta. Los primeros 15 minutos fueron para enmarcar; buena presión, muchos metros avanzados por la delantera y un dominio total de la melé. Este dominio físico y técnico llevó al primer ensayo de castigo del equipo a raíz de un empuje de melé. A partir del minuto 20, un par de cambios obligados por lesión movió piezas dentro del equipo, y en cierto modo hizo perder la iniciativa al quebranta, al cual se le acabó haciendo la primera parte muy cuesta arriba. Los crancs (cangrejos en catalán) imprimían más intensidad en los rucks y en el juego abierto, atravesando en numerosas ocasiones la defensa oscense y avanzando muchos metros. Solamente las imprecisiones dentro del equipo vigatá impidieron que igualaran el marcador.
El segundo tiempo continuó con la misma tónica, un Osona RC que atacaba pero que no sabía concretar sus oportunidades y un QRC muy nervioso que se sostenía gracias a su dominio en la melé, que le proporcionaba innumerables golpes de castigo a favor. No obstante, la fragilidad de la tercera cortina defensiva, y la baja forma general del equipo desembocó en un intercambio de golpes entre el Osona, que encontraba espacios al abierto y el QRC que lo hacia por el interior y en base a latigazos de calidad de sus centros Mathieu y Kevin “messi” Manero. La balanza acabó desequilibrandose a favor del quebranta mediante un nuevo ensayo de castigo después de un empuje de melé a cinco metros de la marca cangreja. Quedaban cinco minutos de partido, pero el Osona no bajó los brazos, consiguiendo un último ensayo ya con el tiempo cumplido que dejó el marcador definitivo en 17 – 28 para el Quebrantahuesos.
El Quebrantahuesos comienza con buen pie una temporada llena de retos y de momentos inolvidables. Desde el club se afronta este nuevo reto con la esperanza de aprender mucho, con un proyecto a largo plazo, sin expectativa cortoplacista alguna respecto al resultado. El club siempre ha tenido en mente que la liga es nueva, los rivales desconocidos, los desplazamientos, los campos… Está siendo un durísimo esfuerzo a nivel organizativo y económico, que está poniendo a prueba, sobre todo, la estructura gestional de la entidad, formada casi íntegramente por los mismos jugadores/as.
El club prevé una temporada de adaptación. Sería una imprudencia fijar objetivos por encima de las posibilidades de un club joven y humilde, con un presupuesto costeado en su mayor parte por los jugadores y jugadoras, junto con unos pocos y muy necesarios patrocinadores y con una dispersión geográfica muy elevada y una densidad de población ridícula. El objetivo deportivo propuesto desde la directiva del club para esta temporada es, simplemente, competir en esta liga, ni más, ni menos. Así, el siguiente fin de semana recibirá al Gòtics con ánimo de revancha, ya que este equipo en pretemporada le infligió la derrota más dura de los últimos años (57 – 0).