Llega uno de esos partidos por los que merece la pena estar donde el equipo está. Un enfrentamiento contra un club histórico, uno de los mejores del mundo. Pero, como comentó ayer Seoane, la SD Huesca no tiene que amedrentarse ante el Real Madrid, debe jugar de tú a tú sin renunciar en ningún momento a puntuar en el próximo enfrentamiento.
Y lo cierto es que el conjunto de Zidane llega en un momento inestable marcado por un nefasto comienzo en la Champions League pero con el fuego controlado tras el triunfo en el Clásico. Están siendo semanas muy intensas para los blanquillos, una oportunidad perfecta para el equipo altoaragonés. Aprovecharse de un rival herido.
El Real Madrid viajó a Mönchengladbach el pasado martes para enfrentarse a su segundo rival de grupo en la competición europea. Alemania nunca ha sido el mejor territorio para los madrileños y, una vez más, se demostró. De la mano de Marcus Thuram, el conjunto alemán extendió una ventaja de 2 a 0 que dejaría escapar en los minutos finales. Tirando de heroica, primera Benzema y después Casemiro en el descuento, forzaron el empate. Con tan solo un punto, el Madrid es último del Grupo B.
El regreso más esperado
El madridismo todavía espera que Eden Hazard sea ese jugador del Chelsea, la razón por la que Florentino lo trajo a Valdebebas. Después de una campaña donde dejó mucho que desear, el belga tiene una nueva oportunidad de reivindicarse. Tras dos meses alejado del terreno de juego, Zidane lo volvió a convocar y pudo disfrutar de los primeros minutos de la temporada al salir en el 70′. De hecho, tuvo en sus botas el 2-1, pero el disparo se fue al lateral de la portería. Pese a que no esté en su mejor nivel, esto supone una muy mala noticia para la SD Huesca que ve como el Real Madrid recupera a uno de los mejores jugadores de LaLiga.