De poco o nada sirve parcelar una temporada cuando después de 23 partidos estás tan lejos de tu objetivo inicial como lo está el Real Zaragoza. Un proyecto 18-19 tremendamente ambicioso que en verano estaba llamado a pelear por el ascenso directo… La cruda realidad y, sobre todo, varias decisiones incomprensibles –sirva como ejemplo, la elección de Lucas Alcaraz para sustituir a Idiákez-, ubicaron al equipo en descenso, mirando hacia abajo en la clasificación y viendo la zona noble de la tabla como una dolorosa utopía. Dicho queda que clasificación solo hay una, pero hoy me voy a permitir la licencia de trocearla por donde viene haciéndolo la afición desde unas semanas.
El Real Zaragoza es tercero en la Liga de Víctor Fernández. Desde que el técnico regresó al banquillo de La Romareda para iniciar su tercera etapa, solo el Osasuna y el Oviedo presentan mejores registros, 18 puntos sobre 21 han sumado los navarros y 16 los carbayones. El conjunto aragonés, por su parte, acumula 14 puntos, unos números propios de un equipo aspirante a todo, pero que en el caso del equipo de Víctor solo le sirven, al menos hasta el momento, para ver aliviado que la pelea por evitar el descenso ya es historia.
Una ciudad ilusionada
El déficit acumulado con Idiákez y especialmente con Alcaraz tiene al Real Zaragoza exigido. Un par de errores y el runrún del play off será historia, pero mientras tanto, como no puede ser de otra forma, la ciudad se ilusiona con su equipo. Motivos tiene porque el juego es otro y así lo atestiguan los resultados; ahora, el Real Zaragoza siempre está más cerca del triunfo que de la derrota. Así fue el sábado en Lugo, donde los chicos de Víctor merecieron dejar encarrilada la victoria en los primeros 20 minutos. No acertó esta vez Álvaro y el partido se torció, tanto que por enésima ocasión se puso por detrás en el marcador. Tuvo que tirar entonces el Real Zaragoza de Cristian y de la lectura del choque de su entrenador para ganar.
Cristián y Linares
El portero brilló, como siempre, a una altura impropia de Segunda División, mientras que Víctor le dio una vuelta de tuerca al partido con Linares y Aguirre. El delantero de Fuentes cumplió su sueño anotando su primer gol con el león del escudo cerca del corazón, y el resto del guión ya es conocido a estas alturas. Ganó merecidamente el Real Zaragoza, y el siguiente reto aparece a la vuelta de la esquina, el líder Albacete en La Romareda. No se me ocurre una mejor forma para confirmar que Víctor y los suyos van muy en serio.