Zaragoza. Estadio Municipal de La Romareda. Domingo, 21 de octubre de 2018. 21.51h. Real Zaragoza 1-0 Tenerife. En ese instante, Idiakez todavía era el entrenador del Real Zaragoza, al menos, una semana más. Tan solo unos segundos después, todo se vino abajo. El Tenerife empataba el duelo en el 96′ tras una innecesaria y mal defendida falta lateral. Este gol fue la gota que colmó el vaso, y las decisiones no se hicieron esperar. Poco más de una hora después, Imanol era cesado de su cargo. El anterior entrenador que había sido destituido por estas fechas en el Real Zaragoza fue Luis Milla, hace dos campañas. Casualidades de la vida, fue su hijo (también Luis Milla) quien puso la falta que sentenció a Imanol.
Pero no nos engañemos. Imanol Idiakez estaba sentenciado mucho antes de que Milla Jr. pusiese esa falta. El equipo había perdido el rumbo y la identidad en las últimas semanas, y contra el Tenerife no se vio una mejoría. El Real Zaragoza no fue capaz ni de aguantar un resultado que se había puesto de cara tras un regalo de Dani Hernández en el 88′. 7 minutos duró la alegría. Instantes después de la destitución del técnico vasco, Lucas Alcaraz ganaba enteros para sustituirle.
El Real Zaragoza tenía trazado y bien encaminado un “plan B”, por lo que pudiese pasar. La actuación del club fue profesional, cubriéndose las espaldas para afrontar cualquier situación. Nunca sabremos lo que hubiese sucedido si el Tenerife no llega a empatar. Lo único real es que Lucas Alcaraz ya es el nuevo entrenador del equipo maño, todo lo demás son suposiciones. Un estilo más defensivo, pero que cuenta con más de 700 partidos en el fútbol profesional. Esta será su 24ª temporada seguida en la élite del fútbol español. Todo un hito, como reconoció el director deportivo zaragocista, Lalo Arantegui, en la rueda de prensa de su presentación.
El Real Zaragoza ahora mismo es un edificio mal cimentado. Su techo es el ascenso, pero primero se deben volver a colocar los cimientos. Lucas Alcaraz dejaba una cita importante en su primer día como técnico zaragocista: “Un equipo depende de la elección de sus jugadores”. Es ahí donde deben residir los verdaderos cimientos del equipo. Lucas debe ser el arquitecto que trace el plan, pero los jugadores son los encargados de ejecutarlo. Si se logra recuperar la base del año pasado (táctica y emocionalmente), las posibilidades de derrumbe se reducirán. Puntos, quedan muchos. Margen de error, no tanto. Alcaraz ya está manos a la obra.