Vive el Real Zaragoza una semana de relativa tranquilidad tras la renovación de Víctor y el movimiento accionarial de César Alierta. Digo relativa tranquilidad porque en los despachos algo se cuece en las últimas horas, en el apartado deportivo porque las prisas empiezan a hacerse notar ante la ausencia de movimientos -solo se ha producido la entrada de Luis Suárez y al salida de Diego Aguirre-, y en el institucional porque las conversaciones se suceden buscando un futuro mejor.
Atasco en la operación salida
Vaya por delante que el teléfono de Lalo y el de su secretario técnico agotan cada día sus respectivas baterías antes de primera hora de la tarde, pero por ahora lo hacen sin demasiado éxito… La nómina de descartes sigue siendo la misma que hace un par de semanas, cuando se comunicó al mundo del fútbol que el Real Zaragoza no contaba para el próximo ejercicio con Pombo, Benito, Verdasca y Alex Muñoz. Un ejercicio de transparencia que, probablemente, está dificultando la llegada de ofertas interesantes por estos futbolistas. Una situación que todavía puede enquistarse un poco más si se llega el inicio de la pretemporada y Víctor se ve obligado a entrenar con los jugadores descartados. Sin duda, una de las mejores noticias del verano será encontrar destino a unos futbolistas que, según comunicó Lalo, no van a volver a vestir las camisetas del Real Zaragoza.
En cuanto a fichajes, el técnico mantiene la calma a pesar de que solo se ha cerrado la cesión de Luis Suárez proceden del Watford. Víctor es consciente de las limitaciones del club y de las dificultades que presenta el mercado en las primeras semanas, pero también es cierto que cifró en tres o cuatro los fichajes que debían llegar antes del inicio de los entrenamientos. Es decir, faltan como mínimo dos refuerzos para que el entrenador zaragozano no pierda la tranquilidad antes de tiempo. Nolaskoain y Alex Blanco son ahora mismo los más cercanos a vestir la camiseta blanquilla, pero ya sabemos que el mercado de verano siempre es muy dado a las sorpresas.
Inyección económica en el Real Zaragoza
Mientras tanto, en los despachos los principales del club sigue jugando otro partido, un partido que busca asegurar un futuro sólido y ambicioso para la entidad. Con Alierta al mando, el Real Zaragoza espera la entrada de una inyección económica que le permita aumentar su límite salarial, aunque está mejora es muy difícil que se produzca antes del 31 de agosto. Los plazos institucionales chocan con los deportivos y la única buena noticia al respecto pasa por La Romareda, ya que el nuevo alcalde, Jorge Azcón, ha hablado sin tapujos de La Romareda, porque entiende que la ciudad y el club merecen otro estadio. Ojalá esta vez sea la definitiva.