En un duelo de pesos pesados de la Segunda División de la liga española, el Real Zaragoza comenzó a definir su futuro de cara a la próxima temporada. Con ambos equipos pasando un buen momento, este partido ante Osasuna prometía ser una gran batalla táctica y técnica que marcaría la suerte de cara a lo que resta del torneo así fue. Comentamos todo lo que debes saber al respecto, incluyendo la polémica que generó la designación de un árbitro novato para un partido con tanta trascendencia.
En uno de los encuentros de fútbol más apasionantes que se pudieron ver durante este fin de semana, el Real Zaragoza comenzó a definir su futuro en esta temporada al enfrentar al siempre complicado Club Atlético Osasuna. Este duelo lleno de historia, cruzó a dos pesos pesados de la Segunda División española y prometía ser un encuentro para alquilar balcones, algo que finalmente sucedió. En ese sentido, el jugador Miguel Linares ha había recalcado en la previa del encuento que ambos conjuntos llegaban “en un buen momento” y que se trataría de un partido de “máxima competitividad”.
Duro golpe para el zaragocismo
Pese a la una motivación extra que representaba para la afición del Zaragoza poder vencer en ese estadio, la suerte no estuvo del lado del equipo. Tal y como viene la temporada para el conjunto, caer derrotado en la visita a Osasuna representó un duro golpe en la tabla, lo cual le negó empezar a pensar en otros objetivos. Eso se pudo ver en las principales casas de apuestas online deportivas de España, donde las chances del conjunto blanco de alzarse con la corona han descendido de 1 a 5 a 1 a 7.
Los detalles marcaron la diferencia
Sobre el partido, podemos destacar que se trató de una verdadera batalla táctica, en donde los matices y los detalles resultaron claves. Esa suma de pequeñas acciones que siempre suceden en un partido, fueron todas a favor del Osasuna, lo cual se terminó viendo en el resultado, el cual derivó en que pudiera posicionarse como nuevo líder provisional del campeonato. Entre las jugadas principales, podemos destacar la expulsión de Eguaras a poco de empezada la segunda mitad, así como un error garrafal de Dorado en el tanto local, cuando solo faltaban 20 minutos para terminar el encuentro. Oro recuerdo doloroso para el Zaragoza será, sin lugar a dudas, la oportunidad errada por Álvaro Vázquez cuando se encontraba mano a mano con el portero rival a solo 8 minutos de pitido final.
Polémica por el árbitro designado
En la previa al importante choque entre Zaragoza y Osasuna también hubo lugar para la polémica. En este caso fue por la designación del joven árbitro catalán Rubén Ávalos Barrera. El juez, de 31 años y recién ascendido a Segunda División durante el verano pasado, fue el encargado de impartir justicia nada más y nada menos en uno de los partidos con más historia y mayor rivalidad de la temporada. Esta decisión, sin duda, sigue llamando la atención por parte de ambas aficiones, así como también de los directos de los dos clubes.
Ávalos Barrera nació en Igualada (Barcelona) en el año 1987. Hasta la fecha del partido solo había pitado en 11 ocasiones dentro del ámbito profesional, tras luego de haber transitado 5 temporadas de maduración en la categoría Segunda B. De esta manera, los ojos de la prensa no solo se fijaron en el desempeño de los jugadores, sino también en el rendimiento de este joven árbitro que tuvo su bautismo de fuego en partidos importantes. Según diversas críticas, al árbitro parece haberle quedado grande el toro ya que no supo lidiar con las tarjetas –algo que se vio en la expulsión de Eguaras, algo que cambió el desarrollo del partido- ni con el ambiente del estadio.
De esta manera, el Zaragoza deberá empezar su recuperación mental y emotiva para encarar de la mejor manera el final de la temporada si aspira a soñar en grande.