ZARAGOZA | El Real Zaragoza de Juan Carlos Cordero toma forma y el día de hoy sirve como el mejor ejemplo. Primero, se anunció un secreto a voces: la contratación de Sinan Bakis. Después, la dirección deportiva ha dado un paso definitivo para el fichaje de Toni Moya. Salvo un giro improbable de los acontecimientos que ni siquiera en el club contemplan, el mediocampista será el siguiente movimiento en el mercado. Todo indica que el acuerdo se cerrará por las siguientes tres temporadas. Se espera que el anuncio oficial pueda llegar, en el peor de los casos, en las primeras fechas de la semana próxima.
Toni Moya dará a la plantilla un salto de calidad especial. Con un pie privilegiado y una gran lectura del juego, Moya ha destacado en el Alavés que alcanzó la Primera División sobre la bocina. Nacido en Mérida pero criado en Mallorca, llamó pronto la atención de las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Desde la cantera rojiblanca valoraron su técnica, su lectura del juego y su golpeo de balón. Puede actuar en el lugar del 8 o en el doble pivote y en zona de tres cuartos conduce elegante, en busca del gol. En La Romareda se recuerda especialmente el partido que jugó con el Alavés, en el que llegó a repartir una asistencia, a anotar un gol y a marcar todas las diferencias.
Sus formadores en el Atlético de Madrid le compararon pronto con Koke Resurrección, aunque le añadieron a ese símil un recurso habitual: “salvando las distancias”. Entre los dos hay una diferencia tangible, Koke aporta más trabajo y el fútbol de Toni Moya siempre se entiendió mejor en campo contrario. Sin haber sido titular habitual en el Alavés, ha sido un futbolista clave, uno de esos jugadores capaces de cambiar los partidos en el inicio o desde el banquillo.
La llegada de Moya reflejaría la ambición de la dirección deportiva. El mediocampista ha sido siempre un canalizador del juego, un futbolista fino, capaz de proyectar el fútbol del grupo. Llegará a Zaragoza para completar la media de Cordero, autor ya de tres movimientos que han disparado la ilusión de la hinchada. El siguiente paso se sitúa en el tablero de Cordero: Toni Moya está cada vez más cerca.