Duelo con las espadas por todo lo alto en el Municipal de La Romareda. El Real Zaragoza afrontaba la última oportunidad para engancharse al tren del playoff frente al equipo más en forma de la categoría, el Girona FC. Dos realidades completamente distintas se veían las caras en una semana marcada por el traspaso de la mayoría accionarial del conjunto local a un grupo inversor americano liderado por Jorge Mas. Ilusiones y objetivos renovados sin olvidar la realidad del club.
Pero el presente es distinto al futuro que le espera al Real Zaragoza. El encuentro frente al Girona era prácticamente la última oportunidad para llegar a la famosa pomada. Y lo tenía que hacer contra el conjunto más en forma de la categoría. 16 de 18 puntos sumaban los catalanes antes de su visita al Municipal, algo que debían frenar los locales. Un encuentro que se ha repetido en diversas ocasiones en los últimos años y que, cuando se escucha, al aficionado del elenco aragonés siempre le envuelve una sonrisa. Pero ahora sí, los gerundenses son uno de los favoritos para ascender a la mejor liga del mundo.
El Real Zaragoza, superior en la primera mitad
El dominio de balón estuvo compartido en los primeros instantes del encuentro. Ambos conjuntos, con sistemas tácticos sumamente diferentes, pelearon por el dominio de balón en el inicio. La primera ocasión la tuvo el Real Zaragoza, pero Iván Azón no logró definir con calidad el centro que puso Chavarría, obligando a Juan Carlos a realizar una parada de mérito. Sin embargo, fue el equipo visitante el que empezó dominando desde el control de balón, sobre todo con envíos verticales a la espalda de Chavarría. La arma del Real Zaragoza fue la diestra de Eugeni, que en una falta desde media distancia, obligó a la estirada de Juan Carlos.
El elenco maño fue creciendo gradualmente con el empuje de La Romareda, obligando a recular a un Girona que sufre en esas acciones. Aún así, los de JIM estuvieron ciertamente imprecisos en los momentos decisivos de la primera mitad. Sin embargo, el Girona fue recuperando terreno mediante la posesión hasta llegar a las posiciones más avanzadas. De esta manera, consiguió empezar a generar las primeras ocasiones de peligro. Además, logró llegar con bastantes efectivos frente a una defensa del Real Zaragoza que no estaba excesivamente poblada. Iván Martín volvió a ser el jugador más peligroso de los visitantes en jugadas a la espalda del lateral izquierdo blanquillo.
Pero tras un córner generado por el extremo rojiblanco, el Real Zaragoza conseguía armar una peligrosa contra. Borja Sáinz le ganó el bote a Jairo y acabó superando en el cuerpeo a Pol Lozano, con el que se batiría en una carrera a fondo desde el centro del campo. El extremo vasco ganaba la posición y se quedaba solo frente a Juan Carlos. Y no se le ocurrió otra manera de definir que con una exquisita vaselina por encima del arquero alcarreño, haciendo el 1-0 y llevando la locura a la grada de La Romareda. Aún así, el Real Zaragoza no se contentó, volviendo a buscar el gol a la espalda del conjunto rival, pero Eugeni no logró contactar bien con el balón. Así, sin más peligro por parte de ninguno de los dos conjuntos, se llegó al tiempo de refrigerio.
El plan de JIM sigue vivo
Tras el descanso, Míchel cambió de sistema. La entrada de Ramón Terrats le dio mucho más equilibrio a un conjunto visitante que volvió a formar de 4 atrás. El Real Zaragoza, conocedor del sufrimiento por el que iba a pasar, mantuvo su estilo de contraataque. De hecho, volvió a tener una jugada clara en los primeros instantes de la segunda parte. Un pase en largo de Borja Sáinz a Vada dejó al argentino frente a los centrales del Girona, pero este no logró concretar el pase que dejaba solo a Azón contra el meta rival.
Los locales pudieron mantener al Girona FC en los primeros minutos de la segunda mitad. Pero gradualmente, los catalanes fueron subiendo las líneas e introduciendo toda la carne en el asador. El Real Zaragoza siguió contragolpeando, sin llegar a materializar las ocasiones que tuvo, por ejemplo, Juanjo Narváez. Tampoco pudo finalizar bien las contras Iván Azón, haciendo que su equipo desperdiciara ocasiones claras de gol. JIM dispuso una defensa de cinco con la incorporación de Lluis López, dejando descuidado el centro del campo. Para contrarrestarlo, Míchel volvió a la defensa de tres.
Ni con los cambios de sistema consiguió el Girona generar demasiado peligro en los minutos siguientes, todo gracias a un gran diseño de partido de Juan Ignacio Martínez. Los últimos cambios del técnico alicantino, Nano y Nieto, no cambiaron la idea de partido. De hecho, los maños recuperaron el balón, que es la mejor manera de defender. Sin embargo, el Girona pudo golpear en los últimos minutos. Arnau remataba en el segundo palo, obligando a Cristian a hacer un paradón antológico. El colegiado se empeñó en seguir con el sufrimiento de la hinchada blanquilla nueve minutos más allá del 90. Pero
Ficha técnica
Real Zaragoza: Cristian Álvarez, Gámez, Francés, Jair, Chavarría, Zapater, Eugeni (Lluis López, 67′), Vada (Sabin, 67′), B. Sáinz (Nieto, 79′), Iván Azón (Nano Mesa 79′), Bermejo (Narváez, 57′).
Girona FC: Juan Carlos, Arnau, Bernardo (Terrats, 46′, que más tarde fue sustituido por Pablo Moreno en el 59′), Juanpe, Santi Bueno, Jairo, Aleix García, Pol Lozano (Samu Sáiz, 46′), Iván Martín, Álex Baena (Valery, 70′), Nahuel Bustos (Stuani, 59′).
Goles: Borja Sáinz (32′, 1-0).
Árbitro: Iglesias Villanueva (comité gallego). Amonestó a con cartulina amarilla a Alejandro Francés (35′) y Borja Sáinz (90+) por parte del Real Zaragoza y a Nahuel Bustos (43′) y Juanpe (90′) por parte del Girona FC.