Las aspiraciones del Real Zaragoza a alcanzar los playoffs acabaron hace tiempo, si alguna vez existieron. La racha de 10 partidos invictos dieron unas mínimas alas a la afición para soñar, que, si no se cortaron con el empate frente al Éibar, se cortaron en la derrota in extremis frente al Real Oviedo. La salvación lleva ya jornadas asegurada, así que ahora ¿Qué se juega el Real Zaragoza?
Lo primero de todo, el Real Zaragoza se juega el honor. Dar la cara en La Romareda y ofrecer un buen espectáculo a sus aficionados. Los jugadores también se juegan la profesionalidad de mantener su nivel, o intentar ofrecer lo que no han podido, pese a que “no haya nada en juego”. Muchos de los jugadores están en el limbo o se sabe con certeza que no continuarán en la entidad zaragocista. Eso no es impedimento para no dejar de demostrar lo que son capaces. Lucas Alcaraz, ex entrenador del Real Zaragoza y actualmente en la U.D Ibiza dijo la semana pasada que parece que por no jugarse deportivamente nada hay que dejarse ganar. Los jugadores en 15 días días tendrán que buscarse el futuro y la imagen colectiva e individual es importante en estos últimos partidos.
Además de los jugadores, el Real Zaragoza se juega mucho en un aspecto importante para la siguiente campaña, el dinero. La diferencia económica por ingresos televisivos que recibe un equipo según la posición en la que queda es importante. Más en esta temporada donde todos los equipos de mitad de tabla están tan igualados en puntos. Ahora mismo el Real Zaragoza puede quedar tanto 18°, a tan solo un puesto del descenso, como 7°, rozando los puestos de promoción de ascenso.
La Liga Smartbank repartió el año pasado 217 millones de euros entre los 22 equipos de la Liga Smartbank. Casi 33 millones por resultados deportivos, es decir, quedar mejor o peor en la tabla. El Real Zaragoza podría recibir como máximo 1,26 millones. Una diferencia aplastante al mínimo posible si perdiera ambos partidos, que bajaría a 0,27 millones. Una diferencia de un millón de euros que puede ser clave para determinar el límite salarial de la próxima temporada. Lógicamente, cuanto más dinero en las arcas del Real Zaragoza, más límite salarial posible. La nueva directiva ha centrado su importancia en este límite, ya que es clave para firmar jugadores con mayores prestaciones salariales, y en un año se ha doblado. Actualmente se sitúa en algo más de 10 millones, mientras que al inicio de la temporada 21/22 había un límite de 5,7 millones.
Por ello, lograr la victoria en los dos partidos restantes de liga, no solo es una cuestión de honor, de maquillar la mala temporada con una posición medianamente aceptable. Es una cuestión de hacer progresar económicamente al equipo la próxima campaña, facilitar el trabajo de Cordero y alcanzar mejores jugadores en el mercado. Quién sabe si el difícil regreso de Bebé pasa por quedar lo mejor posible esta temporada.