ZARAGOZA | Pese a haber jugado tres partidos con la camiseta del Real Zaragoza, en el club blanquillo siguen esperando la llegada de Adu Ares. El extremo recaló en la capital aragonesa en calidad de cedido por el Athletic Club de Bilbao, que lo llegó a considerar una de sus mayores promesas. Sin embargo, a sus 22 años, el tiempo para que el bilbaíno demuestre que aun es un diamante en bruto se está acabando. Su llegada al Real Zaragoza es una oportunidad de oro que, de momento, Adu no está aprovechando.
Ares debutó en Primera División el 15 de agosto de 2022, en un partido que enfrentó al Athletic con el Mallorca, postulándose como un fijo en el futuro del club vasco. Apenas dos años después de aquel día, la situación del extremo es totalmente diferente. En dos temporadas enteras en la élite ha disputado 27 partidos en los que ni ha marcado ni ha asistido. Las lesiones y la irrupción de Nico Williams por su banda lo relegaron al banquillo. Por ello, tanto club como jugador acordaron buscar una cesión en busca de minutos para que Adu siguiera desarrollándose.
No sin barajar otras opciones, sobre todo de Segunda División, Adu Ares se decantó por el proyecto del Real Zaragoza. En su presentación, el extremo aseguró que la confianza que Víctor le transmitió fue clave para decidirse por el equipo blanquillo. Sin embargo, desde su llegada, nada ha ido según lo previsto. Adu sufrió un esguince de tobillo su primer entrenamiento y, pese a que su recuperación fue rápida, su juego dista mucho de lo que la afición espera.
Es cierto que debutó en Anduva, un campo ‘maldito’ para el Real Zaragoza. También es cierto que para entonces el bilbaíno no llevaba ni cinco entrenamientos con el grupo. Pero ni en La Romareda ni en su debut como titular en Burgos mostró su mejor versión. Adu ha estado errático, lento, a veces incluso falto de confianza. Tiene calidad de sobra, pero no parece saber gestionarla.
No obstante, no deja de tratarse de un joven de 22 años que acaba de llegar a un nuevo club y, aun más importante, a una nueva categoría. La adaptación suele llevar un tiempo y no por ello hay que escandalizarse. El zaragocismo no debe olvidar que el extremo escogió al club maño por encima de otras ofertas y que tiene talento a raudales. Víctor ya ha demostrado su confianza en Adu. Sólo falta que el nuevo ’20’ blanquillo confíe en sí mismo.