El Real Zaragoza fue consciente de que el partido frente al Sporting de Gijón no se le podía escapar de ninguna manera. La inercia de la victoria en Ponferrada la semana pasada, donde se volvió a creer en el plan de Carcedo, y un ambiente de primer nivel en La Romareda eran los pilares sobre los que construir una victoria necesaria y esperanzadora. Pero si además de esto, se añade la fidelidad de los jugadores a una idea y a un objetivo común, el resultado no podía ser otro que la primera victoria en casa.
Con los mismos hombres en el once inicial que vencieron a la Ponferradina, el Zaragoza se comprometió desde el primer minuto a darlo todo sobre el verde para ganar la guerra en cada batalla. El cuadro de Juan Carlos Carcedo fue conquistando parcelas del campo y dominando en todos los registros del juego con el paso de los minutos hasta la victoria final, mostrando solidez y determinación en cada acción.
Mientras, un Sporting a mereced del dominio zaragozano buscó su recompensa con escasa insistencia. Los efectos de la derrota sufrida frente al Racing en El Molinón todavía perduran en los asturianos. Los de Abelardo podían haber salido del municipal con unos cuantos goles más en su contra y un par de expulsado de no ser por la flexibilidad de De la Fuente Ramos en su arbitraje.
Compromiso con una idea
Tras seis partidos oficiales, este Real Zaragoza tiene claras cuales son sus ideas con las que morir en el campo. La falta de eficacia en el área de Mariño fue el único debe que dejó un partido casi redondo, en el que los blanquillos impusieron su lógica desde el principio hasta el final. La presión tras pérdida, la profundidad de los laterales y la solidez defensiva se volvieron a ver en un equipo que se parece más al que ilusionaba en pretemporada que la que decepcionó hace un par de semanas. Todo ello lubricado con generosas dosis de esfuerzo y tesón de todos los futbolistas.
Nombres como el de Jaume Grau, piedra angular del esquema, Lluís López, cubriendo a las mil maravillas el hueco de Francés, o Víctor Mollejo, que estrenó su cuenta particular con un gol de listo, salen más que reforzados de este encuentro que ha sentado como un soplo de aire fresco en una afición entregada. Además, el esperado Iván Azón pudo disponer de sus primeros minutos esta temporada tras superar su lesión. Todo parecen ser buenas noticas en el Real Zaragoza. Ya era hora.