La SD Huesca se verá de nuevo las caras con Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’. El técnico hizo la hazaña de ascender al equipo por primera vez en toda su historia a la élite del fútbol nacional. Al final de aquella temporada, el club oscense finalizó el campeonato como segundo clasificado, es decir en puestos de ascenso directo, tan solo por detrás del Rayo Vallecano. Es por ello que este entrenador haya conseguido que gran parte de la afición azulgrana guarde un dulce sabor de su estancia.
Tras sus aventuras por el fútbol catalán y posteriormente su salto a la élite, el míster terminó firmando con la SD Huesca. Rubi sustituyó a Juan Antonio Anquela, quien una temporada antes alcanzó unos históricos Play Offs de Ascenso a Primera. De esta manera, el entrenador se postuló como el artífice de un proyecto renovado y novedoso. Posteriormente, el entrenador fue trayendo baluartes, los cuales confeccionaron una plantilla que no tenía techo y que era candidata a todo.
Por destacar algunos nombres: Remiro bajo palos, Pulido y Jair en la zaga de la defensa, el comandante Melero junto a Aguilera y Sastre cortando el bacalao, y arriba Ferreiro, Cucho, Gallar o Chimy Ávila. Casi nada. Consecuentemente, el Huesca asombró a los equipos de Segunda desplegando un juego atractivo y dinámico, lo que le alzó a lo alto de la tabla. Además, estableció las bases de lo que sería un Huesca de Primera División.
Por consiguiente, el éxito no tardó en llegar. Al cierre de la temporada el equipo altoaragonés contaba con 75 puntos en su casillero, ocupando el segundo puesto del ascenso directo. Cerró el año con el mejor balance de goles de toda la clasificación, pues fue anotó 40 tantos y encajó 21. A su vez, sacó el máximo provecho de jugadores que todavía no habían explotado como Remiro, Chimy Ávila, Jair, Pulido, por no hablar del delicioso tándem formado por Cucho Hernández y Gonzalo Melero.
Finalmente, el técnico terminaría bajándose del barco oscense tras anunciar su firma con el RCDE Espanyol. Como alternativa, el club aragonés trajo a Leo Franco para afrontar lo que fue su primera temporada en la categoría de oro, el resto es historia. De esta manera, Rubi se ha consagrado como uno de los entrenadores más queridos por los azulgranas debido al gran trabajo que hizo con los ingredientes con los que contó.
Un nuevo escenario
Esta jornada volverá a cruzar los caminos del catalán y los oscenses. El entrenador, como ya hizo aquella vez, está demostrando su dominio de la categoría, logrando hacer un Almería ganador que está en la cabeza de la clasificación. Pese a tener el mismo objetivo, el Huesca llega en un contexto muy diferente, pues no termina de ser resolutivo y le cuesta sacar puntos para acercarse a sus aspiraciones. De esta manera, el choque adquiere cierto morbo pues a no ser que haya un reparto de puntos, solo podrá ganar uno. Esto supone que el técnico pueda hundir más a los azulgranas o que los azulgranas remonten peldaños gracias al técnico.
Por otro lado, parece que Rubi guarda un buen recuerdo de su etapa en la SD Huesca. Tanto es así que durante este verano quiso arrebatarles un jugador clave en la plantilla como lo es el capitán Jorge Pulido. Aparentemente, las negociaciones fructificaron, sin embargo el rechazo de la afición respecto a la operación y su apoyo al central terminó truncando sus planes. Finalmente, el capitán terminó renovando hasta 2023, que podría llegar hasta la temporada 2024/2025.