Lalo Arantegui peina el mercado en busca de refuerzos que den un golpe de timón a la actual situación deportiva del Real Zaragoza. La lesión de Simone Grippo obliga a moverse con rapidez para traer un sustituto de garantías que mejore lo que ya hay en el plantel zaragocista.
El elegido por el director deportivo es un viejo conocido de la afición maña: Alberto Guitián. Propiedad del Valladolid, no está contando con el protagonismo que entidad y jugador querrían en la máxima competición del fútbol nacional. Lalo estaría negociando su incorporación inmediata al Real Zaragoza. Tanto es así, que la idea es que esté a las órdenes de Lucas Alcaraz para el próximo partido liguero de este fin de semana ante el Córdoba. Solo dependería del entrenador que se produjese su re-debut con la elástica blanquilla.
Buen recuerdo de su paso por La Romareda, con matices
Guitián guarda un buen recuerdo de su paso por la Romareda. Tanto es así, que desde su entorno se manifiesta que el “jugador estaría encantado de volver”. Su rendimiento en la capital aragonesa fue notable hace tres temporadas hasta el 6-2 de aquel partido nefasto ante la Llagostera que privó a los zaragocistas de un ‘playoff‘ de ascenso que acariciaban con la punta de los dedos -solo hacía falta 1 punto para clasificarse-. Tras salir de Zaragoza declarando que “no podía seguir por la presión que sentía vistiendo su camiseta”, pasó por Valladolid y Sporting, donde jugó cedido por el equipo castellano leonés.
El único escollo en la negociación es que debe ser el propio jugador quien se desvincule de su actual equipo. Sergio no cuenta con él en su proyecto de Primera y conforme pasan las horas, la probabilidad de recalar en el Real Zaragoza aumenta. Guitián está poniendo todo de su parte para que se llegue a un acuerdo en esta operación a tres bandas que parece va a llegar a buen puerto.