ZARAGOZA | Los tres puntos no fue lo único positivo que sacó el Real Zaragoza en su victoria por 2-0 ante el Cartagena. La vuelta de Víctor Mollejo fue lo más destacado del encuentro. Tras más de tres meses alejado de los terrenos de juego por su lesión de tobillo, el jugador de tan solo 22 años volvió a tener minutos en el equipo blanquillo. Entró al cesped en el minuto 70, recibiendo la ovación de toda la afición de La Romareda.
Hasta su lesión, la temporada de Mollejo estaba siendo algo irregular, pero no mala. Sus dos goles y dos asistencias en 25 partidos no reflejaban su trabajo y esfuerzo dentro del terreno de juego. Un jugador con carisma y entrega, características propias de su club de origen, el Atlético de Madrid.
Con la llegada de Escribá al banquillo blanquillo, Mollejo era titular indiscutible en el extremo izquierdo. El fichaje de Bebé hizo peligrar la titularidad, pero la afición zaragocista quería ver esa competencia por hacerse un hueco en el once. Sin embargo, su temprana lesión dejó el carril despejado para el jugador de Cabo Verde.
El extremo está listo para disfrutar del último tramo de temporada, en la que el Real Zaragoza se juega quedar lo más arriba posible por los beneficios económicos. Mollejo tiene dos partidos para ir recuperando sensaciones, además de ir reencontrándose con su fútbol de cara a la siguiente campaña, en la que podría seguir en el conjunto dirigido por Fran Escribá. El futbolista está a gusto tanto en el club como en la ciudad, al igual que su compañero Gio Simeone. Desde la directiva se plantean la continuidad de ambos por su juventud-en calidad de cedidos- algo que el Atlético no vería con malos ojos para que sigan cogiendo esa experiencia necesaria que les permitan despuntar en el equipo rojiblanco.